Un desastre visto como una oportunidad

EL Gobierno escocés ha publicado un anuncio en la web de Le Monde con una bella imagen de su costa y el siguiente menaje: “Querida Europa, vosotros seguís contando mucho para nosotros”. En caso de que el Brexit no tenga marcha atrás, Escocia tiene previsto plantear un nuevo referéndum de independencia, porque uno de los argumentos que más pesaron para conseguir que los escoceses la rechazaran fue precisamente el coste que supondría la salida automática de la UE si se constituían como Estado al margen del Reino Unido. La campaña publicitaria de Escocia en diferentes diarios europeos, en la recta de las negociaciones en la Cámara de los Co- munes para ver cómo se organiza la salida, resulta un acto de amor a Europa, pero igualmente una amenaza para los brexiters .En Escocia dos de cada tres ciudadanos votaron en contra de abandonar la UE, y el Parlamento escocés rechazó hace apenas tres meses, por aplastante mayoría, el acuerdo del Brexit.

Los británicos que refrendaron la salida de la UE pensando

en regresar al orden del antiguo imperio y en recuperar la soberanía cedida al continente pueden encontrarse con un Estado que acabe desmembrado. Por una nueva consulta en Escocia y por otra demanda de referéndum en Irlanda del Norte. De hecho, la presidenta escocesa, Nicola Sturgeon, ha declarado recientemente que ve Escocia como un país independiente tras el Brexit. Los escoceses han estudiado lo que representaría romper con Europa. Mike Russell, ministro escocés para el Brexit, ha calculado que supondrá una reducción de 10.000 millones de euros del PIB, a corto plazo.

Es posible que Sturgeon haya leído a su compatriota Arthur Conan Doyle cuando escribió, en El perro de los Baskerville, que “no hay nada más estimulante que un caso donde todo va en contra”. La primera ministra siente que el Brexit es un absoluto desastre, pero que finalmente para Escocia puede ser una oportunidad.