Islamofobia-cristianofobia

Días atrás hemos vivido el trágico ataque de un enloquecido supremacista contra dos mezquitas de la ciudad de Christchurch, en Nueva Zelanda, con 50 muertos y numerosos heridos. En extremo reprobable y vil.

Las muestras de dolor e indignación han llenado las televisiones y la prensa del mundo durante varios días consecutivos, con declaraciones de políticos y rechazo explícito a la islamofobia. En nuestra tierra, Joaquim Torra, Roger Torrent y Ada Colau incluso pararon unos minutos con sus respectivos cargos próximos para salir a la plaza Sant Jaume o al parque de la Ciutadella y expresar el rechazo de un acto tan execrable. Está muy bien. Merece elogio.

Sólo un pequeño detalle: ¿hacen lo mismo en todos los casos en que se producen

actos similares? Digan una sola vez que lo hayan hecho cuando los muertos por atentados son cristianos. Los grandes olvidados en la persecución religiosa son los cristianos, cuando más de las tres cuartas partes de las personas que mueren por persecución religiosa en el mundo son cristianas.

Por si alguien tiene dudas, aparte del goteo continuo, anoto algunas matanzas de los últimos años. Cada dos por tres se producen en Egipto carnicerías de coptos. No pasan de la noticia del día. Incluso un grupo que fue degollado por el Estado Islámico y lo difundieron por las redes sociales. Hace pocos años –parece que últimamente han bajado–, las masacres de cristianos en Nigeria con iglesias dinamitadas con los fieles dentro por parte de Boko Haram. De las muchas agresiones anticristianas en aquel país, sólo tuvo especial repercusión el secuestro de 200 chicas, pero no por ser cristianas sino por ser mujeres. O las matanzas en Kenia de los Al Shabab de Somalia, que paraban a los transeúntes en diversas localidades y a los cristianos los mataban. O se difundió ampliamente la matanza de yazidíes por el EI en Irak, pero no contra los cristianos, que fueron muchos más. La lista podría seguir, Pakistán, India...

El cristianismo es, de largo, la religión más perseguida en el mundo. En los últimos años la media ha sido de unos diez cristianos asesinados cada día por su fe.

A Torra, Torrent, Colau, nunca les ha interesado. A la prensa, muy poco. Las matanzas de cristianos son tan habituales que no son noticia. Forman parte del paisaje. Por si no bastara, aquí algunos celosos combatientes contra la islamofobia promueven la cristianofobia.