Presencia en todo tipo de construcciones
El asbesto aparece en lugares insospechados y, si no se trata correctamente, puede quedar oculto en restos de derribos, entre los cascotes. En un solar de la calle Maresme, en el distrito barcelonés de Sant Martí, un cartel advierte del peligro de inhalarlo. Y también avisa que no se debe permanecer en la zona si el trabajo no lo requiere, además de prohibir fumar, beber y comer. El recinto está vallado y los elementos peligrosos protegidos con una barrera plástica. Los vecinos llevan reclamando la retirada de piezas rotas procedentes de antiguas naves desde el 2005 en otro punto cercano, primero, y ahora en este otro.
Sant Martí es el distrito que cuenta con más edificios con fibrocemento, debido a la gran cantidad de
naves industriales y talleres construidos en los años en que este material era de uso habitual. HortaGuinardó está en segundo lugar, en este caso sobre todo en áreas con viviendas de autoconstrucción.
Hay casos sorprendentes, como uno de Girona, donde el amianto se descubrió bajo la calzada de la carretera de Barcelona, en un tramo de 1.200 metros, cuando se deterioró. Por ahora, el Ayuntamiento ha decidido no retirarlo ya que está pegado al asfalto y no hay riesgo de que se liberen fibras. Este material se ha ido añadiendo a medida que se iba estropeando. Cada vez que ha reparado la vía, se ha ido extendiendo una capa encima. Algo similar ocurrió en El Prat de Llobregat cuando se reformó la avenida Verge de Montserrat, en el 2017. Unos operarios encontraron tuberías de apariencia inofensiva pero cargadas de amianto. Hubo que parar las obras para retirarlas de modo seguro. Otro ejemplo es el de Badia del Vallès. El Ayuntamiento y la asociación de vecinos han creado una comisión para elaborar un estudio que determine qué bloques de pisos tienen desprendimientos de fibrocemento, lo que permitirá priorizar las actuaciones para corregir la situación. Un censo que otros municipios plantean hacer.
El amianto también está en las escuelas. Según datos de la Generalitat del 2017, hay 291 centros en los que se han identificado elementos con fibrocemento, el 12% del total de colegios. La administración asegura que trabaja para retirarlos y que actúa prioritariamente cuando se observa deterioro. La asamblea de la Confederació d’Associacions Veïnals de Catalunya aprobó el sábado instar a las administraciones a cumplir las directivas europeas y que todo lo construido con amianto se retire de forma “inmediata”.