Factorenergia entra en el sector del autoconsumo para duplicar tamaño
Tras un año de contención, la empresa quiere volver a crecer este 2019
El autoconsumo, la generación de energía para consumo propio, es una competencia directa para las compañías eléctricas, que pueden ver así reducidas sus ventas. Pero también abre un enorme negocio y así se lo plantea la comercializadora Factorenergia, que se está focalizando cada vez más en la prestación de servicios, con el objetivo de más que duplicar su tamaño en un plazo de cinco años, según explica su consejero delegado, Emili Rousaud.
Con una facturación de aproximadamente 360 millones de euros, Rosaud se define como “una pequeña empresa”, porque entiende que la comparación debe hacerse con los tres grandes del sector (Iberdrola, Endesa y Narturgy). “No verse como una pyme sería pretencioso”, añade.
Para la compañía, explica Rousaud, “el 2018 fue un año de estabilización, porque en un contexto marcado por los altos precios de la energía lo recomendable es la conten-ción y no lanzarse a crecer como sea a costa de tener pérdidas como han hecho otras empresas. Somos la cuarta compañía de comercialización y seguimos los cuartos”. La empresa, que este año cumple 20 años, cuenta con 60.000 empresas clientes (más que Viesgo) y más de 20.000 clientes particulares. “Hace un año y medio empezamos también con la comercialización de gas y ya tenemos más de 8.000 clientes.”, añade Rousaud. El nuevo filón lo ve en las instalaciones de autoconsumo, tras el cambio de la normativa que penalizaba esta actividad. “Hemos firmado con dos bancos líneas de financiación para los clientes por un importe superior a los 14 millones de euros. Así podemos ofrecer la gestión integral de la instalación, incluida la financiación.
Mientras que en Alemania hay 6 millones de familias autoproductoras de energía, en España el número es de momento simbólico, porque la anterior legislación lo penalizaba, con el llamado impuesto al sol. “Pero ahora vamos a vivir una eclosión”, sostiene Rousaud”. Factoenergia vende un paquete completo de servicios, desde la instalación, la gestión, la financiación, la venta hasta el suministro para las horas sin sol.
Tras el cambio de normativa y la supresión del llamado impuesto al sol, Rousaud destaca que “ya salen los números con las instalaciones. La inversión se recupera en un plazo de cinco a siete años, y puedes obtener energía durante 25 años”.
Para Rousaud, en todo el mundo las energéticas de hoy se van a convertir en prestadoras de servicios. “Por eso, nos estamos enfocando hacia la eficiencia, y el autoconsumo y también en la digitalización.” La digitalización, añade, “significa que se puede virtualizar la energía, y así se puede tratar fuera de su entorno físico, crear un mercado de autoproductores y vender la energía sobrante en un market place”. Es decir, un sitio web que permite, tanto a vendedores como a compradores, relacionarse entre sí para efectuar una transacción comercial. “Por ejemplo, si una familia tiene en casa una placa solar y por las mañanas no está nunca en casa, puede vender en ese market place esa energía que le sobra y, con lo que obtenga, comprar por la noche la energía que necesita. Para eso, es necesario virtualizar, porque la energía física va por un cable y así no se puede hacer nada”, explica.
Emili Rousaud dice estar convencido de que en el futuro, a veinte años vista, la energía será cada vez más barata, por las renovables y por la eficiencia, porque se irá imponiendo el consumo responsable. “Llegará un momento en que tendremos más energía producida y creo que no está muy lejos”.
Otra de sus nuevas líneas de negocio está relacionada con la movilidad eléctrica, en este caso instalando puntos de recarga y suministrando energía en los parkings comunitarios.
Con más de 200 trabajadores directos y unos 400 indirectos, la empresa tiene 16 oficinas en toda España. “El 2018 fue un año de transición, pero el 2019 será ya de crecimiento. El consumidor ya se ha acostumbrado a los precios altos y el entorno está más claro.
La empresa está participada en un 50% por un fondo de pensiones canadiense, que no quiere desvelar su nombre. El fondo londinense JZI tiene un 25% y Rousaud, el 25% restante.
Con una facturación de 360 millones, la compañía se define como una pyme del sector energético