Maratones tecnológicos
Macsha factura un millón con la venta de sistemas de cronometraje para actos deportivos
Federico Diato y Pablo Maccarone son dos emprendedores argentinos que en el 2013 eligieron Barcelona para desarrollar su negocio de sistemas de cronometraje de competiciones deportivas. Su relación venía de lejos, de su infancia en Buenos Aires y de su afición por nadar. Aunque los estudios les separaron –Diato se fue a Europa a estudiar Económicas y Maccarone se quedó en Argentina para graduarse Ingeniería industrial– ,una idea de negocio les volvió a unir. Maccarone había desarrollado un programa para cronometrar una competición en aguas abiertas en la que ambos participaban y Diato vio en este software una oportunidad enorme de negocio. “Nos dimos cuenta de que las competiciones deportivas eran un fenómeno en auge y que la tecnología de los organizadores de estos actos estaba poco avanzada”. Diato entonces trabajaba como desarrollador en Google y dejó Irlanda para venir a Barcelona, “una ciudad que lo tiene todo”, lo mismo que hizo Maccarone al venir de Buenos Aires a la capital catalana. En el 2013, fundaron Macsha y empezaron a trabajar por organizadores de cursas de ciclismo, atletismo y natación de todo el mundo. La empresa siempre tuvo vocación global. “A lo largo de este tiempo, hemos vendido a 25 países, entre Europa, Asia y Sudamérica”. Ahora, la empresa tiene un representante propio en
Buenos Aires y quiere abrir filial en Brasil. Diato asegura que si en el 2018 el negocio facturó alrededor de 1 millón de euros, el 70% provino de las exportaciones.
El emprendedor cuenta que los ingresos de Machsa proceden de la comercialización de varios productos, entre los que destaca chips que se implantan en dorsales, placas de toque para piscinas, leds o antenas plegables. (El software que diseñó Maccarone ha quedado en una anécdota).
Diato cuenta que parte de la tecnología se importa de Asia y otra se compra a proveedores locales. En Barcelona, 13 personas hacen el montaje del producto y diseñan la estrategia de negocio. Con el foco puesto en la innovación, la compañía colabora ahora con Eurecat para la producción una placa de toque enrollable, una solución que Macsha patentó hace años y que había dejado en el cajón hasta hace un año. Además, la firma trabaja un software de análisis de los datos de los participantes.
Para financiar el crecimiento y la innovación, Macsha quiere captar 450.000 euros en una ronda de inversión, en la que asegura que participarán inversores de The Crowd Angel. Diato cuenta que se trata de la primera operación de este tipo: “Si hemos tardado seis años en captar dinero es porque, a diferencia de la mayoría, queremos hacer las cosas a poco a poco: hemos comprobado que el negocio es rentable y ahora es cuando toca crecer”.
Dos emprendedores argentinos eligieron Barcelona en el 2013 para abrir su empresa, que exporta a 25 países