El Eixample se queda sin ‘playa’ después de 30 años
El Ayuntamiento cierra definitivamente la zona de baños de la Torre de les Aigües al no poder reducir los niveles acústicos
Las instalaciones acuáticas de los jardines de la Torre de les Aigües, en la calle Llúria de Barcelona, que durante 30 años ejercieron la función de playa del Eixample, no volverán a abrir. Vecinos de los alrededores de este estanque ubicado en el interior de manzana (especialmente una vecina muy activa), que llevaban años quejándose del ruido provocado por el uso infantil de este recinto, se han salido definitivamente con la suya. Según el Ayuntamiento, la zona de baño, que se habilitaba durante los meses de verano, incumple la normativa acústica, como han demostrado las últimas sonometrías. Para contrarrestar esta pérdida de un espacio lúdico para los más pequeños, el Consistorio abrirá este verano unas instalaciones con juegos de agua en el otro extremo del Eixample, en el parque de Joan Miró.
A finales del 2017, la Síndica de Greuges de Barcelona envió un informe a las autoridades del distrito recomendando efectuar mediciones sonométricas, para conocer los niveles de ruido que soportaban los vecinos que habían expresado sus quejas, y la introducción de medidas correctoras. Las quejas de los vecinos se concentraban especialmente en la primera hora de la mañana, de 8.30 a 9.30 h, cuando se ponía en funcionamiento el aspirador .
El verano pasado, después de un cierre temporal, se aplicaron ya algunas de esas medidas para intentar salvar la playa. El aforo máximo pasó de 375 a 200 personas; se limitó el horario de apertura (de 70 a 45 horas semanales); se prohibieron los grupos y la celebración de fiestas de aniversario y se desarrollaron campañas de sensibilización... Pero no fue suficiente. Nuevas mediciones hechas a finales de julio revelaron que los niveles acústicos seguían por encima de los máximos que marca la ley. El temor a una denuncia, que podía ampararse en las normativas estatal y europea, e incluso a una posible condena penal por infringirlas, ha aconsejado al Ayuntamiento clausurar la actividad de baños tras certificar que no hay alternativas posibles para rebajar el ruido hasta unos valores permisibles.
La alternativa, de hecho, será la apertura de un espacio con juegos acuáticos en las pistas polideportivas del parque de Joan Miró, en el extremo Llobregat de la calle Aragó. En este lugar se desarrollarán propuestas lúdicas con el agua como protagonista, dirigidas por personal de la instalación. Tendrá un horario mucho más amplio que la playa del Eixample: se abrirá todos los días, de lunes a domingo, a las diez de la mañana y estará en servicio hasta las ocho de la tarde. El aforo máximo quedará limitado a 120 personas (60 niñas y niños y los adultos acompañantes). La entrada individual costará 1,60 euros (1,20 si se forma parte de un grupo) y habrá una T-10 de 8,90 euros y descuentos para familias numerosas. El acceso será gratuito para los menores de un año, mayores de 65 y usuarios de la tarjeta rosa.
El nuevo espacio habilitado en el parque de Joan Miró se dividirá en diferentes espacios: una zona de descanso, juegos y circuitos de agua, aspersores y deslizantes. Mientras tanto, las piscinas de muy poca profundidad que rodean la torre de ladrillos levantada en 1867 para surtir de agua potable a un Eixample en construcción se quedarán sin sus pequeños bañistas.
La alternativa para este verano será la apertura de un espacio de juegos acuáticos en el parque de Joan Miró