La autopsia confirma que Julen murió por la caída
El informe definitivo descarta los golpes de piqueta
Los forenses del caso Julen han convertido en certeza la principal hipótesis de la muerte del pequeño Julen Roselló, de dos años y medio, al caer por un pozo en Totalán (Málaga). El niño murió por los golpes en la caída que le causaron dos traumatismos, uno craneoencefálico y otro raquimedular. Al tiempo, desmontan la estrategia de la defensa del dueño de la finca, David Serrano, el único imputado por homicidio imprudente, que difundió la tesis de que Julen pudo haber fallecido a consecuencia de los golpes en la cabeza de una piqueta utilizada por los primeros rescatadores.
El informe definitivo de la autopsia, firmada por cuatro expertos, que ya obra en poder de la magistrada que estudia el caso, señala lo único que puede aliviar en parte el dolor de los padres: saber que Julen no sufrió mucho, ya que su muerte se produjo a las 13.50 h, pocos minutos después de caer desde una altura equivalente a 25 pisos de un edificio.
El niño descendió 75 metros a gran velocidad y presentaba dos fracturas, una en la zona occipital y otra en la región temporal izquierda. La lesión que sufrió en la primera vértebra cervical, posiblemente por el impacto con un saliente de roca, es la que le ocasionó “una muerte rápida”. La caída de Julen, sin embargo, no fue totalmente libre, sino que quedó frenada por la ropa del niño y por la presencia de estos salientes.
Julen cayó el domingo 13 de enero a un pozo de tan sólo 25 centímetros de diámetro y de algo más de 105 metros de profundidad. Su cuerpo fue encontrado a las 1.25 h de la madrugada del sábado 26 de enero, casi trece días después, por los equipos de rescate que lo buscaban desde el momento del suceso; y a las 3.29 h se logró subirlo a la superficie.
Los forenses descartan con toda rotundidad que la piqueta de hierro utilizada por los equipos de rescate sea determinante en la muerte de Julen, y señalan dos motivos. El primero, porque se empezó a utilizar entre tres y cuatro horas después del accidente cuando, según los expertos, el niño ya había perdido la vida; en segundo lugar, porque en la piqueta se hallaron restos biológicos del niño, unos pocos cabellos, pero ni rastro de sangre.
Otra de las dudas que se han despejado está relacionada con el tapón de tierra que cubrió al pequeño y que fue un obstáculo insalvable para las primeras labores de rescate. Los investigadores confirman que se originó durante la propia caída del niño y también como consecuencia de los desprendimientos durante las labores de rescate. De esta manera se descarta que desde el exterior se arrojaran escombros en algún momento posterior a la caída del pequeño. Los forenses no opinan sobre el tapón debajo de Julen, dado que no es relevante como causa de la muerte.
El equipo de forenses desmonta la estrategia de defensa hecha por el dueño de la finca, el único imputado