La estructura de Notre Dame se salva del incendio
Grandes empresarios rivalizan en aportar donaciones para la reconstrucción que ya superan los 700 millones de euros
Los bomberos de París ganaron la batalla de Notre Dame. No fue hasta bien entrada la madrugada de ayer, tras ocho horas de combate desesperado contra el fuego, cuando se tuvo la certeza de que la emblemática catedral gótica, epicentro de la historia de Francia, se mantendría en pie, aunque malherida, en su perímetro integral. La otra noticia alentadora fue que algunos de sus tesoros más importantes –entre ellos las reliquias, las grandes pinturas y el órgano principal– se han salvado o son recuperables mediante su limpieza o una ligera restauración.
Los alrededores del templo, férreamente acordonado por la policía, fueron durante toda la jornada un hervidero de curiosos, parisinos y visitantes, apostados en las orillas del Sena y en sus puentes, haciendo fotos con sus móviles y compartiendo espacio con el circo mediático de reporteros y cámaras que suele montarse en estas ocasiones. Pero la imagen no era espectacular. Nada que ver con la noche anterior. Desaparecidas las llamas y la humareda, Notre Dame, a simple vista, no daba sensación de catástrofe. Faltaba su célebre aguja central, pero la fachada principal y las laterales no delataban el drama, salvo un gran rosetón ennegrecido, como si fuera el moratón de un ojo.
Se diría que la catedral, pudorosa, reacia a mostrar su sufrimiento, quiso que el infierno quedara oculto en el interior. Sus entrañas se convirtieron en un brasero descomunal, alimentado por las toneladas y toneladas de vigas de madera de su techumbre. Fue un combustible que se temía inagotable y que obligó a los bomberos a lanzar miles de litros de agua.
Según el secretario de Estado de Interior, Laurent Núñez –de origen español–, el destino de Notre Dame se decidió en un periodo de 15 a 30 minutos. Fue el momento crítico, cuando el fuego se había apoderado de una de las torres. Los bomberos optaron por penetrar en su interior para extinguirlo.
La estructura, en general, no presenta problemas, salvo algunos puntos vulnerables en la bóveda y en el transepto, la nave transversal que cruza la nave mayor. Con todo, los bomberos fijaron un periodo de observación de 48 horas y evacuaron cinco edificios vecinos. Durante ese tiempo no se retirarán obras de arte y otras piezas valiosas de su interior. Luego, las grandes pinturas, ennegrecidas por el humo, serán trasladadas al museo del Louvre para que sus especialistas las limpien y restauren.
Antes de que se levantara el andamiaje para las labores de rehabilitación en el tejado –posible causa del incendio– fueron ya retiradas quince esculturas de cobre verde, de once apóstoles y los cuatro evangelistas. También lograron ponerse a salvo, en pleno incendio, las reliquias que se conservan en la cripta, como la túnica de San Luis y la corona de espinas de la Pasión.
La Fiscalía de París confirmó que trabaja con la hipótesis de un accidente, de una “acción involuntaria”. Se le tomó declaración a 15 operarios de las cinco empresas encargadas de la rehabilitación del tejado y de la destruida aguja. No hay indicios de que fueran violadas las normas de seguridad. Los expertos en este tipo de siniestros avisan de que puede resultar muy difícil hallar la causa directa del incendio, dada la cantidad de escombros y el área afectada.
Ya en la medianoche, en pleno incendio, el presidente Emmanuel Macron prometió, en tono solemne, que la catedral sería reconstruida, “porque nuestra historia lo merece”, y que se pondría en marcha una colecta nacional y abierta también al resto del mundo.
El exministro de Cultura Jack Lang insistió ayer en que el Estado –propietario de la catedral, como del resto de iglesias, según una ley sobre laicismo de 1905– tiene el deber de implicarse a fondo, como lo hizo para reconstruir otros edifi
CORAJE DE LOS BOMBEROS Según el secretario de Estado de Interior, el destino del templo se decidió en minutos
LA LEY DEL LAICISMO DE 1905 La catedral, como todas las iglesias en Francia, es propiedad del Estado