Noam Chomsky
LINGÜISTA
Noam Chomsky ha ganado el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en la nueva categoría de Humanidades y Ciencias Sociales, por “sus contribuciones sin parangón al estudio del lenguaje humano”.
El lingüista estadounidense Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) ha sido reconocido por el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, en la nueva categoría de Humanidades y Ciencias Sociales, por “sus contribuciones sin parangón al estudio del lenguaje humano”, según afirma el acta del jurado.
Chomsky propuso a finales de los años cincuenta que el cerebro humano posee un conocimiento innato, preprogramado, que le permite adquirir y desarrollar el lenguaje, una rompedora teoría mayoritariamente aceptada en la actualidad y cuyas implicaciones han impulsado nuevas vías de investigación en diversos campos científicos y humanísticos.
En su XI edición, estos galardones que concede la Fundación BBVA incluyen por primera vez una categoría de Humanidades y Ciencias Sociales, que cada año se alternará entre ambas. En esta edición, ha estado dedicada a las Humanidades.
Según explica el acta del jurado, Chomsky ha situado la investigación de la mente humana y sus productos “en una nueva y fructífera vía que abarca la lingüística teórica, la psicolingüística, las ciencias cognitivas, las filosofías del lenguaje y de la mente y la psicología cognitiva”.
Con su visión del lenguaje como el producto de una facultad innata de la mente humana que lo genera con estructuras predefinidas, Chomsky hizo posible el estudio “tanto desde el punto de vista científico como humanístico” del que podría ser considerado “el producto cognitivo más distintivo de la humanidad”, prosigue el acta. El lenguaje pasa a ser no sólo un instrumento de comunicación, sino un objeto cognitivo-biológico emanado de la mente humana, y por tanto en sí mismo una ventana al funcionamiento del cerebro.
Chomsky es actualmente catedrático emérito del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y catedrático (laureate profesor) de la Universidad de Arizona. Su primer libro, Estructuras sintácticas, es un tratado técnico sobre lingüística elaborado con notas de sus clases. Publicado en 1957, Chomsky –que tenía apenas 29 años– introduce en esta obra el concepto de gramática generativa: la idea de que las reglas gramaticales de todas las lenguas son generadas por una gramática universal que el cerebro posee de manera innata. Esta visión chocaba con las teorías aceptadas entonces, e inicialmente fue rechazada por los lingüistas más consolidados.
Chomsky ponía en evidencia las lagunas del saber establecido con ejemplos como el de su famosa frase “Colorless green ideas sleep furiously” (Las ideas verdes incoloras duermen furiosamente), una construcción que reconocemos como gramaticalmente correcta, aunque no tenga sentido. Para Chomsky, esto evidenciaba que la capacidad para reconocer la estructura formal correcta de una oración está basada en los principios de una gramática universal e innata.
Pese a su rechazo inicial, ese primer trabajo y las publicaciones posteriores dieron un vuelco radical al estudio del lenguaje, aproximándolo a la psicología y a la biología.
La extensa obra del lingüista ha abierto líneas de investigación en las humanidades y las ciencias