Los tesoros de la catedral
LOS ROSETONES Color y luz a salvo en las tres fachadas
Los tres rosetones de la catedral, que se corresponden con sus fachadas norte, sur y oeste (esta es la franqueada por las dos torres) se han salvado de las llamas y los daños parecen mínimos. Muchos vidrios de colores de los mosaicos son originales del siglo XIII, aunque alguno de los paneles era posterior debido a restauraciones realizadas tras incendios anteriores. Otras ventanas de colores expresivos en naves laterales y tras el altar pueden haber resultado dañadas e incluso han desaparecido.
LAS TORRES Símbolo y guardianas de la fachada oeste
Las dos torres de la fachada oeste, en la que suelen fotografiarse la inmensa mayoría de turistas que acuden a la capital francesa, permanecen en pie. No es que las llamas no las afectaran en absoluto. En la torre sur los bomberos trabajaron arduamente para que el fuego que empezaba a atacarla por dentro no la corroyera, pero su solidez de piedra hace que sigan en pie como vienen haciéndolo desde mediados del siglo XIII cuando ambas fueron acabadas tras 50 años de trabajos.
LAS GÁRGOLAS Tallas de animales con distinto final
Las gárgolas son otros elementos icónicos de la catedral de París que se han visto expuestas a las llamas. Estas tallas de animales tienen una función monumental y decorativa, pero también práctica: son el sistema de conducción del agua de lluvia que discurre sobre el edificio. Fueron añadidas en el siglo XIX. Algunas de ellas se habían retirado para su restauración. Las que permanecían en el edificio se teme que hayan sufrido daños todavía por valorar en su conjunto.
LA AGUJA El punto más cercano al cielo se hunde
La aguja de Notre Dame es la imagen del desastre histórico de la catedral parisina. El mundo contempló como esta afilada torre de 96 metros de altura, el punto más alto del edificio, se hundía por el efecto devastador del fuego. Esta aguja, hecha de madera y recubierta de plomo, databa del siglo XIX. Se levantó en el mismo punto en el que se encontraba la original que, muy seriamente dañada por el abandono, fue retirada en tiempos de la Revolución Francesa.
EL ÓRGANO Los 8.000 tubos de la banda sonora
El órgano principal de la catedral, el que posee 8.000 tubos (existen otros dos más pequeños), ha sido dañado por el fuego, a pesar de informaciones anteriores equívocamente optimistas. No se conoce todavía el alcance de la afectación. Con sus cinco teclados y su delicada afinación, se trata de un órgano considerado un instrumento musical único que todavía posee tubos medievales de 1401, que ya sobrevivieron a diversas reconstrucciones llevadas a cabo en los siglos XVIII y XIX.