Sánchez se aferra a la moderación en busca de una amplia mayoría social
El presidente excluye tanto de su discurso como de su programa “controversias y radicalismos”
“¡Hay que reivindicar la moderación!”, demandó Pedro Sánchez a mediodía en Ourense. “El único partido moderado, sensato y cabal es el PSOE”, insistió ya por la tarde en Vigo. Moderación es la palabra. Es la que el presidente del Gobierno impone en su discurso de campaña y ha impreso en el programa electoral del PSOE con el que apela a una amplia mayoría social que le permita seguir gobernando. Un programa electoral, según el propio Sánchez, “dirigido a toda la ciudadanía española”. Y que dirigentes socialistas coinciden en que huye de “controversias y radicalismos”.
Así, en el modelo territorial apuesta por reforzar el autogobierno e impulsar la España autonómidel ca, sin referencias expresas al carácter plurinacional del Estado que aprobó el 39.º congreso del PSOE en el 2017. El programa tampoco incluye expresamente la denuncia de los acuerdos con la Santa Sede, que el PSOE asumió en el 2011 y reiteraba ante las generales del 2016. Igualmente no hay referencias a la modificación del artículo 135 de la Constitución con el que José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy blindaron en el 2011 el principio de estabilidad presupuestaria, y que Sánchez cuestionó. Efectivamente, el programa huye de cuestiones polémicas, aún en el PSOE: no es lo mismo concurrir como líder de la oposición que como presidente. Y en algunas federaciones socialistas, que el 26-M afrontan las municipales y las autonómicas, lo celebran: “Cuando las cosas se hacen con sentido común, siempre vienen bien”.
“El programa se sitúa en el centro, con unos grados a la izquierda”, asumen en la ejecutiva federal. “Huir de controversias no es sólo la idea del programa, sino de toda la campaña”, corroboran cuadros territoriales. “El programa es para seguir gobernando y muy ambicioso socialmente”, añaden otros dirigentes. Más allá de ideologías, por tanto, ya que el líder del PSOE busca no sólo concentrar el voto de izquierdas y progresista, una vez olvidado el sorpasso que acarició Podemos, sino también ganarse al electorado “más desideologizado”, según los estrategas de Ferraz. “Mientras algunos compiten por liderar un bloque ideológico –advierte Paco Salazar, secretario de acción electoral socialista, en referencia a PP, Cs y Vox–, el PSOE quiere liderar un proyecto de país sólido, razonable y realizable”.
Y pescar en el amplio caladero centro. “Estamos en posiciones muy marcadas de centro y de centro izquierda, es nuestra apuesta”, apuntan en la Moncloa. La vicepresidenta, Carmen Calvo, reitera que Cs “ha abandonado el centro”. Y el líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, asegura que “el PP abandonó la moderación política, el centro y cualquier equilibrio”.
Así pues, limando aristas y evitando toda controversia, Sánchez insistió ayer en que “tenemos que representar a la mayoría de la ciudadanía española”. “Queremos representar desde el Gobierno a la buena gente de este país”, destacó. “La que no roba, no crispa, no miente, no insulta y no espía a sus adversarios políticos”, resumió. Y el PP le sirve en bandeja esa imagen de moderación. Si Pablo Casado le acusa de preferir tener “las manos manchadas de sangre”, Juan José Cortés asegura que simpatiza “con asesinos, violadores y pederastas”.
“Cuando se rebasan todos los límites del insulto, están insultando a la inteligencia de todos los españoles. Por eso hay que reivindicar la moderación, que no es una ideología, sino una forma de vivir e implica educación”, replicó con serenidad el líder del PSOE.
El líder del PSOE asume “posiciones muy marcadas de centro” en su carrera hacia el 28-A