Poliamor en tiempos de guerra
Gerard Quintana debuta en la novela con ‘Entre el cel i la terra’
Gerard Quintana debuta como novelista con una historia de amor ambientada en la Catalunya de la segunda mitad del siglo XX, una obra literaria plagada de referencias musicales –hay más de un centenar– en la que sus personajes muestran una clara voluntad de rescribir el destino y no aceptar el guion escrito.
Una actitud vital que, dicho sea de paso, coincide con el mapa mental de un artista que se siente identificado con esa búsqueda constante de los límites de la propia libertad.
Entre el cel i la terra (Columna) es su primera novela publicada, aunque, como él mismo confiesa en un encuentro con La Vanguardia, tiene un escrito anterior que todavía no ha visto la luz; un proyecto más biográfico a partir de relatos que giran en torno a experiencias vividas por el músico. El gerundense está ahora centrado en dar a conocer la historia de amor de un artista vasco que sufre una dicotomía entre un amor más carnal y pasional; y otro con un trasfondo más intelectual. “Este es un debate que yo también he tenido”, explica Quintana.
El cantante asegura que en esa disputa interna a la que se ha enfrentado se ha acercado hacia el poliamor como fórmula de convivencia: “Hace tiempo que descubrí que el amor no es un concepto absoluto sino algo cultural. Todavía somos herederos de ese amor medieval o platónico que ya no sirve porque en pleno siglo XXI vivimos una constante incertidumbre”. Y su reflexión va un poco más allá: “Hablo del poliamor entendido como una apertura y
liberación de ciertas actitudes que no nos dejan avanzar. Hoy en día es una heroicidad cumplir con el concepto clásico de familia y amor”, concluye el cantante y letrista.
Para plasmar la coreografía de su obra, Quintana ha jugado con un tablero temporal que abarca las cuatro últimas décadas del siglo XX con una doble generación de personajes que luchan por encontrar su libertad. “Todos los personajes juegan; unos ganan y otros pierden. También hay momentos en que los protagonistas de la segunda generación podrán redimir algunas de las cosas pendientes de la primera”, cuenta el novelista.
El músico asegura que puede identificarse con actitudes y aptitudes de todos los personajes, aunque tiene una elección clara: “He aprendido que las heroínas en esta vida son las mujeres. Los hombres estamos más atrapados por la obligación a la que nos ha llevado el sistema patriarcal de asumir un papel y renunciar a nuestra feminidad”.
Quintana también reconoce que había planeado tres finales distintos para su novela, y en uno de ellos la alargaba hasta los días actuales. “¿Una novela sobre el procés? Lo descarté rápido”, explica con cierta ironía, a pesar de que algunos de los pasajes que relata en su libro parecen reflejar situaciones actuales. “Son espejos que, de alguna manera, me sirven para hablar del presente, es un
“Es una heroicidad cumplir con el concepto clásico de familia y amor”, admite el autor
juego totalmente intencionado”, revela el autor que estuvo de marzo a septiembre del 2017 documentándose antes de escribir la novela, justo antes del 1-O en Catalunya: “Fue un momento en el que la realidad se me comía y yo intentaba ser abogado, jurista, policía y entender lo que estaba viendo por televisión”, relata Quintana, que admite que el episodio le provocó un bloqueo.
Hay quien puede preguntarse después de llegar hasta aquí cuál es ese lugar que está entre el cielo y la tierra. En su caso, la librería que su tío tenía debajo de su casa en Girona y en la que se refugió para afrontar su timidez: “Allí nadie me vigilaba y me sentía libre. Los libros fueron para mí abrigo y trasgresión”. Y es que con esos libros Quintana podía dialogar sin miedo a encallarse por su tartamudez.