En estado de digitalización
El grupo suizo ABB centraliza todos sus proyectos 3D en España
Un 68% de las empresas todavía está en un estado de digitalización mediobajo, y sólo el 5% es líder digital. Así lo indica la multinacional suiza Asea Brown Boveri (ABB), dedicada a la creación de robots para la automatización de las industrias. Esta aprovecha el cambio de paradigma aún no consolidado para acercar a cada vez más empresas a un futuro más conectado, flexible y productivo. La empresa, que ha centrado todos sus proyectos de 3D en España, actualmente no prevé expandir su negocio a más países, sino reforzar su actividad presente. Flex Inspect es un ejemplo de robot con visión 3D que permite ver las piezas antes de que se monten y así poder comprobar su calidad y asegurar que se cumplen los estándares.
“El robot llamado YuMi hace posible que máquinas y personas trabajen mano a mano y con total seguridad, aportando precisión y potencial a las empresas”, explica el director del negocio de robótica de la compañía, Sergio Martín. Este robot se presentó en la tercera edición del congreso de tecnología industrial Advanced Factories en la capital catalana la pasada semana. Las compañías ganan sencillez al poner en marcha su maquinaria gracias a estas nuevas tecnologías, además de un mayor control de sus instalaciones. “Hace unos años, cuando había un fallo no te dabas cuenta hasta que no
se paraba toda la línea de producción. Ahora se puede saber exactamente el elemento que ha fallado e ir directamente a repararlo”, explica Martín. Según los informes de la empresa, se reduce el tiempo de paradas indeseadas hasta en un 70%, se alarga la vida útil de los equipos en un 30% y se reduce el consumo de energía hasta un 10%.
Desde hace dos años, ABB se encuentra en proceso de absorción de la gran empresa B&R, gracias a la que aumenta su cartera de productos para la automatización. “Nuestra principal novedad son los servicios que mostramos a través de la nube. Ahora todas las máquinas están conectadas y pueden aprender incluso unas de otras”, añade el directivo.
Otro de los factores clave para la empresa es la autonomía de los robots y la seguridad que prestan a los trabajadores. “Lo tradicional era ver el robot enjaulado por vallas metálicas, al que se tenía que acceder a través de una puerta, porque el robot no era capaz de ver el entorno. Ahora el robot puede vigilar y ver cómo me acerco.”, cuenta Martín. La compañía se fundó en Suiza, y en 1972 instaló parte de su producción en Sant Quirze del Vallès. La empresa, con 400.000 robots instalados globalmente, opera en más de 100 países y tiene unos 147.000 empleados. Facturó a nivel global 24.500 millones de euros en el 2018, un 4% más que el año anterior, y prevé un crecimiento para el 2019 de entre el 3% y el 6%.
La empresa de tecnología industrial opera en más de 100 países y tiene unos 147.000 empleados