Revolucionarios del corazón
‘Sálvame’ cumple una década en antena rentabilizando dramas ajenos y propios
“Venimos para quedarnos mucho tiempo, de aquí a la eternidad”. Es la frase que pronunciaba Jorge Javier Vázquez el 27 de abril del 2009, fecha de emisión del primer Sálvame de la historia. Pensar en la inmortalidad televisiva es una utopía, si bien es cierto que una década en antena con la intensidad y las emociones que desprende un programa como este y sus sucedáneos –Sálvame Deluxe los sábados– está al alcance de muy pocos espacios.
El programa, que actualmente se alarga diariamente por espacio de cuatro horas, empezó como una tertulia del concurso Supervivientes, aunque con el tiempo ha logrado una longevidad de la mano de tragedias y comedias en tiempo récord que se han erigido en un subgénero dentro del medio televisivo. Una plataforma que Mediaset ha sabido explotar a la perfección gracias a un elenco de colaboradores –son casi un centenar en esta década– que no sólo exponen historias ajenas sino que, en los últimos años, protagonizan batallas internas que dan vida al propio programa.
Jorge Javier Vázquez, quien cumple la efeméride tras superar un ictus, Carlota Corredera (fue la directora del programa hasta el 2016), María Patiño, Paz Padilla y Kiko Hernández ejercen de maestros de ceremonias de un espacio tan intenso (sólo descansa en domingo) que necesita de varios presentadores.
Al margen de estas caras visibles, Sálvame se ha nutrido esta década de colaboradores estrella, siendo el de Belén Esteban el caso más paradigmático. La de Vallecas acudió al programa para hablar de sus idas y venidas con su ex, el torero Jesulín de Ubrique, y diez años más tarde se ha erigido como la estrella popular de un elenco de colaboradores que han crecido mediáticamente con el programa.
Entre el núcleo duro de la familia Sálvame hay nombres como Lydia Lozano, Mila Ximénez, Terelu Campos, Kiko Matamoros, Chelo García-Cortés, Gema López, Anabel Pantoja, o más recientemente, Rafa Mora, Víctor Sandoval, Laura Fa o Carmen Borrego. En esa misma presentación del mes de abril del 2009, Jorge Javier los definió como “lo mejor de lo peor”. Una etiqueta con la que han cumplido a la perfección, maridando risas y llantos, así como momentos televisivos delirantes con golpes emocionales que dan la espalda a la intimidad para llegar al público por la vía más revolucionaria del corazón.