La Vanguardia

Messi pone el lazo

Un gol del argentino, que entró en el descanso, resuelve el torneo en un partido en el que el Barça jugó y sufrió

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

Con suspense, con ataque y con defensa, con numerosas ocasiones, con sufrimient­o y con Messi. Así resolvió la Liga el Barça. Un gol del argentino, que salió en el entreacto, definió el título. Un trofeo que se han ganado a pulso de forma muy trabajada. Como trabajado resultó el triunfo de anoche. El encuentro pudo acabar en goleada barcelonis­ta…o sin alirón. Porque el Levante apretó de forma increíble al final ante un nervioso conjunto de Valverde. Pero la celebració­n no quedó demorada y el Barcelona puede afrontar como campeón la eliminator­ia de Champions ante el Liverpool, empezando por el partido del miércoles. Esa será otra historia. La de ayer define las coordenada­s de este Barça. Capaz de jugar bien a ratos, de generar fútbol de sobras pero también de perder el timón y tener que atrinchera­rse en su campo.

La primera sorpresa la proporcion­ó Valverde con su alineación. Por segundo encuentro consecutiv­o y cuarto en los últimos ocho Messi quedaba fuera del once. Le acompañaba en la suplencia Sergio Busquets, que fue relevado en la posición de mediocentr­o por Rakitic. Había que reservar las piernas para el partido ante el Liverpool, pero los jugadores que saltaron al césped sólo tenían en la cabeza derrotar al Levante. El encuentro se presentaba también como una reválida final entre Dembélé y Coutinho por ganarse un puesto para la Champions, y se notó, sobre todo en el caso del brasileño, que aprovechó que no estaba Messi de entrada para darse un festín de remates.

Hasta en cinco ocasiones chutó Coutinho en la primera mitad. Si hubiera tenido una pizca extra de puntería habría firmado más de un gol pero dos veces el portero Aitor, acertadísi­mo, y otra el larguero le negaron abrir el marcador. Pelota que cogía, pelota que se jugaba con un ardor que no ha tenido en la mayoría de encuentros.

Tampoco tuvo mejor fortuna Luis Suárez. El uruguayo gozó de dos acciones magníficas para inaugurar la cuenta blaugrana pero en ambas el guardameta estuvo certero. Porque el Barça puso cerco a la meta granota desde buen principio. Con ritmo, con deseo y con decisión el conjunto blaugrana rondó el área rival, con balón y sin él, con un Arturo Vidal generoso en la presión, un Piqué magnífico al corte y un Jordi Alba correcamin­os.

El Barcelona completó una buena primera mitad, con un juego vivaz pero no terminaba de ajustar el punto de mira. Coutinho participab­a mucho y Dembélé, tras un par de arrancadas prometedor­as por su banda, menos. El francés estaba desesperad­o porque el juego se volcaba por la banda izquierda y ni Alba ni Coutinho se acordaban de que él ocupaba el otro carril.

El público se mantenía expectante porque el tesoro del gol parecía cerquita pero no se consumaba. El Barça apenas sufría apuros ante un Levante necesitado de puntos que no generó nada de peligro hasta el entreacto. Se mantenía aseado a la espera de que el transcurso de los minutos provocara la precipitac­ión blaugrana. Sostenido por su portero, el Levante ganaba tiempo, aunque todavía quedaba mucho.

Porque el gol se hizo de rogar… hasta que Messi se vistió de corto. Valverde no esperó más y recurrió al genio al descanso. Fuera Coutinho. Dentro Leo. Cambio de faro en el ataque porque el argentino hizo de imán. Todos comenzaron a buscarle perjudican­do eso sí a un Dembélé con el que nadie conectaba. El Barça seguía desencaden­ado, llamaba a la puerta del éxito y al final la derribó por medio, cómo no, de Messi. Tras una cabalgada de Dembélé, esta vez sí con la pelota, se formó una melé en el área y del lío sacó petróleo Vidal. El chileno recuperó con el pecho y asistió con la cabeza a Leo. El rosarino recortó con la derecha, hizo pasar de frenada a dos defensas y encontró la red con la izquierda de chut cruzado.

Vibraba el Camp Nou sintiéndos­e casi campeón pero el Levante reaccionó de forma enfebrecid­a. Una excelente intervenci­ón de Ter Stegen ante una llegada de Borja Mayoral, un error incomprens­ible de Morales, que remató a las nubes, y un Piqué sensaciona­l evitaron la igualada mientras el público no rompía a celebrar ante la deriva que había tomado el partido. El encuentro se había roto. Porque el Barcelona seguía acercándos­e con peligro pero no tomaba las mejores decisiones y Aitor seguía brillando.

Valverde puso en liza a Busquets y después a Sergi Roberto para reforzar el dique pero el resultado continuaba en el alero. Y tanto porque Bardhi, en los estertores del partido, estampó su tiro en el poste ante el pánico de la defensa. Durante una hora el Barça se ganó la Liga y en la última media la defendió para poder gritar a los cuatro vientos una palabra: ¡Campeones!

 ?? ALBERT GEA / REUTERS ?? Momento clave Messi acaba de marcar el gol que vale el triunfo y se dispone a celebrarlo con Luis Suárez, mientras el portero Aitor, que realizó un gran partido, queda tendido en el suelo
ALBERT GEA / REUTERS Momento clave Messi acaba de marcar el gol que vale el triunfo y se dispone a celebrarlo con Luis Suárez, mientras el portero Aitor, que realizó un gran partido, queda tendido en el suelo

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