El rey de Europa
Zeljko Obradovic, con el Fenerbahçe, opta a su décima Euroliga tras ganar 9 en 12 finales
Sabe más el diablo Zeljko Obradovic ( a ak, Serbia, 1960) por viejo que por entrenador más laureado del baloncesto europeo. Su sabiduría en los banquillos, su librillo táctico en continua evolución, su capacidad de liderazgo y sus dosis de psicólogo han hecho del técnico serbio el gran gurú que toda tribu querría tener para que le guiase a la ansiada Euroliga. El Fenerbahçe, que lo contrató en el 2013, aspira desde hoy en Vitoria a su segunda corona. Y Zeljko, a la décima.
Una décima Euroliga de la que le privó en la final del curso pasado el Real Madrid (85-80) en Belgrado, para apuntarse los blancos, precisamente, su décima. Es una de las pocas espinas que puede tener clavadas Obradovic, el técnico en quien más podría confiar un equipo para que lo llevara a lo más alto: ha ganado 30 títulos domésticos entre la ex Yugoslavia, Grecia, Turquía e Italia, y 11 trofeos europeos, de los cuales 9 Euroligas en 12 finales tras 18 participaciones en final four. Le siguen, a la distancia, Gomelsky, Ferrándiz, Maljkovic y Messina con 4 Copas de Europa cada uno.
Sólo seis clubs en sus 27 años de carrera han podido disfrutar de su arte; cinco lograron coronarse reyes continentales: Partizan, Joventut, Real Madrid, Panathinaikos y Fenerbahçe. Sólo en Treviso se quedaron sin premio bajo su tutela. Y el Barça, sin rumbo fijo en el último lustro –su última F4 fue en el
2014– nunca pudo cautivarlo para que le dirigiese a la gloria.
Obradovic se ha movido bien en ámbitos mediterráneos, entre Atenas y Estambul los últimos 20 años en los banquillos –y en El Masnou, donde mantiene su casa–. Ambientes apasionados de baloncesto, buenas plazas para vivir, sol, buena comida... como se refería ayer en Vitoria, en el acto de presentación de la final four, cuando recomendó a sus colegas de banquillo que prueben el chuletón vasco.
Para su última aventura turca, Obradovic se llevó a Estambul a un viejo conocido: Josep Maria Izquierdo (52), su ayudante en el Joventut (1993-94). El técnico badalonés, tras pasar por varios equipos de la LEB en los últimos años, recibió una llamada de Zeljko cuando estaba alejado de las pistas. “Siempre mantuvimos la amistad, lo fui a ver varias veces a Atenas cuando yo no tenía equipo, hacía tiempo que nos decíamos que teníamos que volver a trabajar juntos. Yo estaba en el área de Deportes del Ayuntamiento de Badalona y me llamó: ‘He fichado por el Fenerbahçe, me gustaría que vinieras a ayudarme’. Mi respuesta fue: ‘Si me das dos horas, vengo nadando’”, contaba a La Vanguardia. Y para Estambul que se fue a preparar los partidos tácticamente en el despacho del Ulker Sports.
¿Qué hace especial a Obradovic? Según Izquierdo, “mantiene la pasión por este deporte desde el primer minuto del primer entrenamiento de pretemporada hasta el último. Su profesionalidad y su trabajo es siempre el mismo. Fue jugador de élite y ahora tiene una gran experiencia, así que se anticipa a lo que pasará. Y eso te da ventaja”.
Obradovic, además de un técnico pasional, es un gran estudioso; un entrenador en continua evolución. “La única autoridad que existe en el entrenamiento, y en la vida, es la autoridad del conocimiento”, dice Zeljko, que considera esencial “el aprendizaje permanente y la mejora de los entrenadores; siempre intento aprender algo nuevo cada día y aplicarlo a la forma de jugar”. Otro mandamiento es mantener una “relación de confianza mutua con los jugadores. Me gusta darles libertad y que tomen la iniciativa”.
Su Fenerbahçe, el mejor equipo del curso –primero en la fase regular (25-5) y 3-1 al Zalgiris en los playoffs–, abre hoy el fuego ante el Anadolu Efes (18.00). En la segunda semifinal,R.Madrid-CSKA(21.00). La final, el domingo a las 20.30.
OBRADOVIC, SEGÚN IZQUIERDO “Mantiene la pasión por este deporte y su experiencia le permite anticiparse; eso le da ventaja”
EL CUADRO FINAL MÁS IGUALADO El Anadolu Efes-Fenerbahçe abre hoy la ‘final four’; Madrid y CSKA dirimen la segunda plaza de la final