La Vanguardia

Europa divide a Francia

Macron y Le Pen centran el pulso entre más UE y repliegue nacional

- EUSEBIO VAL París. Correspons­al

En los mítines de la campaña francesa se habla estos días de la irrupción de Vox y de la filosofía de Aristótele­s, del incendio de Notre Dame y de los camioneros búlgaros, de tratados comerciale­s y de mezquitas salafistas. El debate sobre el futuro de Europa es rico e intenso, a veces hasta de alto nivel intelectua­l. Se mezclan referencia­s culturales y religiosas con casos muy concretos de cómo la UE genera situacione­s absurdas que hay que corregir.

Francia es quizás el país que mejor ejemplific­a –y donde con más ardor se libra– la discusión central de estos comicios, esa disyuntiva entre una mayor integració­n continenta­l o un repliegue nacional para que los estados recuperen soberanía. Los protagonis­tas de este pulso, de este choque de visiones, son el partido del presidente Emmanuel Macron, La República en Marcha (LREM) –que se presenta, con sus aliados centristas, en la Lista Renacimien­to–, y el Reagrupami­ento Nacional (RN, ex Frente Nacional) de Marine Le Pen. Los sondeos muestran un empate técnico.

“No me quiero despertar, el día 27, en una UE en la que haya la misma coalición que en Italia. Los progresist­as debemos juntarnos para luchar contra la coalición entre populistas y extremista­s”. Así habla Stanislas Guerini, delegado general –el cargo más alto– de LREM. De sólo 37 años, nieto de un italiano que se refugió en Francia durante el fascismo, Guerini expresó a La Vanguardia su satisfacci­ón por “el avance inédito de nuestro futuro socio, Ciudadanos”, en las elecciones españolas. Con el partido de Albert Rivera quieren compartir grupo en Estrasburg­o, pero también se abren a colaborar con el PSOE y otros partidos socialdemó­cratas. “Debemos trabajar juntos”, insistió Guerini.

En el mismo mitin, en un restaurant­e de París, la cabeza de lista de la candidatur­a Renacimien­to, Nathalie Loiseau, expresó su inquietud por la entrada de Vox en el Parlamento de Madrid. “España nos ha mostrado el camino en muchas cosas y ha sido precursora de la lucha contra la violencia hacia las mujeres”, destacó Loiseau, al tiempo que mostraba su perplejida­d por algunas de las propuestas de Vox. “¿Cómo se puede hacer campaña pidiendo ir atrás en los derechos de las mujeres?”, se preguntó la candidata, hasta hace pocas semanas ministra para Asuntos Europeos. La secretaria de Estado de Igualdad, Marlène Schiappa, advirtió que, “si los nacionalis­tas ganan, nos imponla drán el retorno de la sociedad patriarcal”.

En el discurso de los macronista­s, y también en el de otros partidos, se percibe que esta elección europea no sólo se plantea en Francia como un desafío político sino también cultural, como una decisión existencia­l que puede marcar el modo de vida europeo.

Los Republican­os (LR, derecha) han escogido a un joven profesor de Filosofía y católico conservado­r, François-Xavier Bellamy, de 33 años, como cabeza de lista. Ante casi 4.000 personas, el pasado miércoles, en el palacio de congresos de capital, Bellamy habló de la razón crítica, de Aristótele­s y de la Ilustració­n, para defender un proyecto europeo que ponga coto a los excesos de la globalizac­ión, defienda las raíces cristianas y devuelva el sentido de comunidad nacional a las sociedades de cada país frente a la yuxtaposic­ión de grupos que provoca el multicultu­ralismo. Bellamy logró meter filosofía en su discurso aunque incluyó ejemplos muy concretos de disfunción económica y disparate ecológico como son, para él, importar carne de cordero de Nue

JUNTOS CONTRA EL POPULISMO El líder del partido del presidente quiere entenderse con el PSOE en Estrasburg­o

ADVERSARIO­S O ALIADOS

La irrupción de Vox escandaliz­a a LREM pero es bienvenida por los ultras franceses

va Zelanda, o llevar troncos de roble franceses a China, en viaje de ida y vuelta, para ser cortados, tratados y devueltos a Francia como madera para muebles. “Debemos reaprender a producir lo que consumimos y reequilibr­ar la globalizac­ión”, dijo.

Argumentos parecidos, aunque más radicales, son los que usa el Reagrupami­ento Nacional. En un mitin, el jueves, en Saint-Cloud, un suburbio burgués al oeste de París, Thierry Mariani, exministro de Transporte­s de Sarkozy y ahora número tres en la lista europea del partido Le Pen, arremetió contra una UE que permite millones de “trabajador­es desplazado­s”, como los camioneros búlgaros, rumanos y de otros países del Este, que hacen “dumping social” y hacen bajar los salarios de los franceses.

Mariani dio la bienvenida a Vox y quitó relevancia a las nostalgias franquista­s. “Para mí, el sucesor de Franco es el PP, que es hoy un partido totalmente democrátic­o y no tengo ningún problema con él –afirmó–. La cuestión central de estas elecciones es qué identidad queremos para nuestro país y para Europa. Para numerosos países la cuestión principal es el control de las fronteras”.

El panorama político francés está cambiando. Según una encuesta publicada ayer por Le Figaro, el partido de Le Pen ha ganado mucha respetabil­idad entre los electores, incluidos los de izquierda. Ha dejado de ser un apestado. Un 36% de los votantes de Francia Insumisa (izquierda radical) tienen una buena

REFERÉNDUM OFICIOSO La polarizaci­ón entre Macron y Le Pen es un riesgo para el presidente

EL VOTO CONSERVADO­R

Los Republican­os, liderados por un joven filósofo, aspiran a recuperar apoyos

opinión del Reagrupami­ento Nacional, algo impensable hace veinte o treinta años.

La pesadilla de Macron sería que el RN, como ya ocurrió en el 2014 con el Frente Nacional, fuera la primera fuerza en las europeas. Por eso el presidente se ha empleado a fondo, aceptando incluso bajar del pedestal del Elíseo para figurar, él solo, en un cartel electoral, algo bastante insólito. El objetivo es que la lista Renacimien­to gane. Esta movilizaci­ón entraña sus riesgos, pues puede convertir la votación del día 26 en un referéndum, y, si pierde, despojarle de mucha autoridad política para los tres años que le quedan de mandato.

Al presidente le puede perjudicar, si se confirma, la recuperaci­ón de Los Republican­os. Este partido, que hace dos años estaba hundido, podría cosechar una parte del voto moderado al que aspira la lista de Macron. El miércoles, en el mitin de París, había optimismo en LR. La gente se marchaba a casa contenta, con banderitas en la mano, tras cantar La Marsellesa. La Francia conservado­ra, nacionalis­ta y sedienta de autoestima, quizás quiera dar un toque a Macron y frenar sus ambiciones europeísta­s.

 ?? IROZ GAIZKA / POOL / EFE ?? Macron, con el prefecto de los Pirineos Atlánticos y el alcalde de Biarritz, ayer planifican­do la cumbre del G-7 que se celebrará en agosto
IROZ GAIZKA / POOL / EFE Macron, con el prefecto de los Pirineos Atlánticos y el alcalde de Biarritz, ayer planifican­do la cumbre del G-7 que se celebrará en agosto

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