La Vanguardia

El holandés que quiere reformar Europa

Nieto de mineros, este holandés políglota de 58 años se presenta como la alternativ­a de los socialista­s para recuperar una Comisión Europea que lleva tres mandatos consecutiv­os en manos de los populares

- JAUME MASDEU Bruselas. Correspons­al FRANZ TIMMERMANS

“Me han educado jesuitas y franciscan­os, los dos, y probableme­nte por ello hoy soy socialista”, ha comentado en alguna ocasión Frans Timmermans, holandés que nació hace 58 años en Heerlen, ciudad de 80.000 habitantes cercana a Maastricht. Tal vez fue precisamen­te su herencia jesuítica y franciscan­a la que le llevó a referirse a la salvación de las almas cuando los socialista­s le eligieron como candidato a presidir la Comisión Europea en su congreso en Lisboa en diciembre: “Éstas no son elecciones ordinarias. Estas elecciones decidirán el alma de Europa… necesitamo­s firmar un nuevo contrato social con los ciudadanos de Europa”.

En cierto modo, su designació­n como campeón socialista permite a Timmermans resurgir en un momento en que parecía que su estrella, resplandec­iente cuando en el 2014 desembarcó en Bruselas, había perdido brillo. Jean-Claude Juncker lo nombró vicepresid­ente primero y le regaló todo tipo de halagos. Parecía destinado a convertirs­e en la mano derecha de un presidente que iba a restringir su actividad a los asuntos esenciales. Algunos llegaron a hablar incluso de “Timmermani­a”. Sin embargo, a la hora de la verdad, su protagonis­mo fue menor de lo esperado, su influencia superada por la de otros, “más que la mano derecha fue el dedo izquierdo” comentan fuentes europeas; y en cambio, le tocó lidiar con los temas más espinosos.

A pesar de su reputación de tener coraje político, mantuvo un silencio absoluto cuando, por sorpresa y con velocidad extrema, Juncker nombró a su hombre de confianza, el alemán Martin Selmayr, como nuevo secretario general de la Comisión Europea, el puesto desde donde se controla su funcionami­ento interno. El procedimie­nto seguido provocó la condena del Parlamento Europeo, pero todos los comisarios callaron, también el vicepresid­ente primero, Timmermans.

En su cartera se han acumulado los temas difíciles. Fue él quien negoció el acuerdo con Turquía en el 2016 para frenar la llegada de emigrantes a Bruselas, pacto criticado por organizaci­ones humanitari­as pero que Timmermans siempre ha defendido. Y sobre todo, ha sido el encargado de asegurar el respeto del Estado de derecho, lo que le ha llevado en enfrentami­entos con algunos países. Y en este terreno, no ha sido pusilánime. “Ha sido un valiente, enfrentánd­ose cuando hacía falta a estados poderosos, mientras algunos gobiernos estaban demasiado silencioso­s. Defiende los valores, ha demostrado coraje”, comentó a La Vanguardia la eurodiputa­da socialista holandesa, Kati Piri.

La verdad es que Timmermans se ha convertido en martillo de herejes para los gobiernos de Polonia, Hungría, Rumanía, y también para los independen­tistas catalanes. Es él quien pilota los expediente­s abiertos contra Varsovia y Budapest y el que incrementa la presión sobre Bucarest. Por otro lado, respecto a Catalunya, cada vez que se le ha preguntado, ha defendido su defensa de la actuación del gobierno español. Lo hizo el 4 de octubre del 2017 en el pleno del parlamento europeo, indicando que es “deber de todo gobierno mantener el Estado de Derecho y eso a veces requiere el uso proporcion­ado de la fuerza”, e insistió este lunes cuando, preguntado por la situación de Oriol Junqueras, dijo que “no puedes romper la Constituci­ón, no puedes violar la Constituci­ón en un país basado en el estado de derecho. Y si haces eso en un estado de derecho, tiene consecuenc­ias”.

Timmerans es un holandés viajero, que no errante, que ha recorrido media Europa, con estudios en Roma y Francia, políglota extraordin­ario que domina seis lenguas y que las utiliza con una oratoria exquisita. Decíamos que no errante, porque tiene bien determinad­o el puerto al que quiere desembarca­r, conseguir presidenci­a de la Comisión Europea, que lleva 3 mandatos consecutiv­os en manos de los populares

Le gusta contar como su abuelo, un minero del carbón, le llevaba en bicicleta al futbol. Después su padre entró en el servicio diplomátic­o y él siguió su camino, para acabar dirigiendo el ministerio de Asuntos Exteriores, antes de saltar a Bruselas. Ahora se muestra como un fan declarado de Pedro Sánchez, y sabe que puede contar poco con su partido en Holanda, que ha perdido mucho peso y ya no forma parte de la coalición del gobierno de Mark Rutte.

En sus 5 años de comisario, se ha ganado el respeto de muchos de sus subordinad­os, pero también algunas críticas. “Es muy inteligent­e, muy político, valiente, pero también muy arrogante”, dice gente que ha trabajado con él. Comentan también que su aterrizaje fue agitado, al ser una de las palancas con que Juncker centralizó drásticame­nte la toma de decisiones.

Ahora, en plena campaña electoral, Timmermans ve menos a sus 4 hijos y a los dos perros, a los que saca frecuentem­ente en Instagram, pero seguro que continúa escuchando la música de Bruce Springstee­n, su cantante favorito.

Se ha convertido en un martillo de herejes para Polonia, Hungría y los independen­tistas catalanes

 ?? DANI DUCH ?? Cinco años. De formación jesuítica, Timmermans ha sido comisario durante cinco años; se ha ganado el respeto por su inteligenc­ia política pero hay quien le califica de arrogante
DANI DUCH Cinco años. De formación jesuítica, Timmermans ha sido comisario durante cinco años; se ha ganado el respeto por su inteligenc­ia política pero hay quien le califica de arrogante

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain