José Pizarro celebra veinte años en Londres
No quedaba un rincón en las amplias salas o en el jardín de la embajada española en Londres que no estuviera repleto de invitados el martes por la noche, cuando el chef José Pizarro celebró sus veinte años de trabajo en la capital británica.
El cocinero extremeño fue el primero que se empeñó en mostrar a los ingleses los sabores de los mejores productos de la despensa española cuando los pimientos de piquillo, el queso manchego o los productos del ibérico de bellota allí sonaban a chino. En un rincón de la biblioteca, aún emocionado tras un discurso en el que acabó llorando buena parte del público y en el que agradeció a su madre “haberme enseñado todo lo que sé” y contribuir a “hacer de mí una buena persona”, Pizarro trata de mirar atrás para responder qué ha sido lo mejor de esas dos décadas en Londres: “Lo mejor ha sido hoy: recibir a tanta gente que nos quiere y nos ha apoyado desde los inicios, poder darles las gracias y sentir su cariño”. Y es que no fue fácil, explica. “Porque los principios nunca lo son y hubo que cortar mucho jamón para que entendieran que aquello no era parma ham, como ellos pensaban, cuando apenas nadie en la ciudad lo había probado”. La fórmula para salir adelante, explicaba a Comer, es “confiar en ti mismo, trabajar duro y luchar por un objetivo que es la calidad”. Pizarro, así lo recordó el embajador
español, no sólo ha conseguido salir adelante sino triunfar como un gran emprendedor que ha abierto camino a los colegas españoles que llegarían más tarde a la capital británica para abrir restaurantes. El chef extremeño es un personaje reconocido entre los ingleses, que valoran la propuesta de sus restaurantes Pizarro (la noche del lunes cenaba allí el Rolling Ronnie Wood) como en el local de tapas José, o en el nuevo pub The Swan Inn, situado en la pequeña localidad de Esheral, al sur de Londres, en el que reversiona platos ingleses y sirve desde jamón a cochinillo asado.