La escapada de Bilbao
El ciclista vasco culmina una fuga con su primera gran victoria
Los españoles vuelven a brillar en el Giro de Italia. Pello Bilbao (Astana) fue el gran triunfador de la séptima etapa, en la que coronó con una victoria extenuante una larga escapada en la que convivió con peligrosos compañeros de viaje. Pero el de Guernica, más prudente en el esfuerzo y certero en el momento de atacar, logró marcharse en solitario a falta de dos kilómetros para firmar su primera victoria en una grande en la llegada a L’Aquila.
La etapa volvió a ser esquizofrénica para el líder, en este caso Valerio Conti. El italiano, que en la jornada de ayer desbancó a Primoz Roglic, tuvo que vivir con el peligro que suponía José Joaquín Rojas, en el grupo de escapados. Finalmente, los intereses de los equipos de los esprinters como Lotto o el propio Jumbo le permitieron retener la maglia rosa un día más.
El terreno rompepiernas de la séptima etapa (185 kms), con solo un puerto de segunda categoría pero con múltiples repechos, anunciaba la posibilidad de que una nueva escapada llegase a meta. Trece corredores consiguieron conformar la fuga del día a 82 kilómetros del final. Entre ellos tres españoles: Pedrero y Rojas (Movistar) y Pello Bilbao (Astana). Además, auténticos peligros como Hamilton, Formolo, Henao o Gallopin.
Las ventajas llegaron a superar los dos minutos y, durante algunos instantes, Rojas llegó a ser líder provisional. El UEA, equipo del líder, se puso a trabajar y consiguieron estabilizar la distancia en torno a un minuto.
El repecho de Torrione, a falta de 10 kilómetros, terminó de deshacer el grupo delantero. Aguantaron sólo cinco hombres. Pedrero y Rojas cedían mientras que Bilbao sobrevivía con soltura. Ya en el descenso comenzaron las hostilidades entre los supervivientes, en las que participó Rojas, recuperado milagrosamente. Sin embargo, el que mejor gestionó los esfuerzos fue Pello Bilbao.
El corredor vasco lanzó su ofensiva a falta de dos kilómetros y soportó las pendientes de hasta el 11% de desnivel de la llegada a L’Aquila. Su primera victoria en una prueba de tres semanas, la octava de su carrera, bien merecía la pena. “Ha sido un poco improvisado, era Zeits el que tenía que ir en la escapada, pero he comenzado a rodar en el grupo que se ha ido formando. Tenía piernas, lo he probado y ha salido. Ha sido una ventaja tener a Zeits en la fuga, he podido relajarme gracias a su fantástico trabajo”, resumió tras la carrera. Bilbao logró el sexto puesto en la edición anterior de la ronda italiana, pero se quedó a las puertas de la victoria. En ésta sucede a Mikel Nieve, último ganador español en el 2018.