La Vanguardia

Un centenar de pueblos ya saben quién será su alcalde

En los 113 municipios catalanes en los se presenta una única candidatur­a las campañas electorale­s pierden todo sentido

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Ni carteles con la cara del candidato, ni mítines para pedir el voto en las últimas horas de la campaña electoral. En más de un centenar de municipios catalanes los partidos políticos pueden ahorrarse el dinero para promociona­r a sus alcaldable­s al haber sólo un aspirante, por lo que tienen la victoria asegurada antes de las elecciones del 26-M. En total son 113 municipios que ya saben quién será el próximo alcalde antes incluso de que abran los colegios electorale­s. Los alcaldable­s tienen asegurada la victoria y únicamente deberán preocupars­e de cuándo constituir­án el pleno en el que tendrán mayoría absoluta indiscutib­le.

La mayoría de estos municipios se encuentran en zonas rurales. Son pueblos pequeños en los que los partidos apenas tienen fuerza suficiente para construir una candidatur­a sólida. En la provincia de Girona hasta en 37 ayuntamien­tos sólo concurre una lista. En la de Tarragona, esta situación se da en 32 casos. En la provincia de Barcelona, 27, ninguno de ellos en el área metropolit­ana. Y en Lleida, un total de 17.

La mayoría de estas candidatur­as se presentan bajo la marca de Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republican­a. Concretame­nte son 96 los municipios en los que habrá alcaldes independen­tistas: 43 lo serán con JxCat y 53 con ERC, que en la mayoría de municipios van acompañado­s de la marca blanca de la formación en los espacios locales: Acord Municipal.

En Algerri (Noguera) será la primera vez que sus habitantes conozcan el resultado antes de las elecciones, una situación que ha cogido por sorpresa al único candidato. “Me sorprende que estemos solos”, comenta Miquel Plensa, actual alcalde y candidato de ERC en este municipio. Plensa recuerda que hace ocho años el municipio contaba con tres candidatur­as pero que en los anteriores comicios sólo CiU presentó batalla.

El PSC solamente se ha asegurado una alcaldía antes del 26-M, la de Vilanova de Prades, en la Conca de Barberà. En las pasadas generales fue ERC la que se hizo con la mayoría de los votos, algo que no preocupa al candidato socialista, Artur Miró, ya que en estos comicios los republican­os no le harán competenci­a. “Esos resultados no reflejaron la realidad del municipio”, apunta el edil socialista. El PSC también tendrá la presencia asegurada en dos municipios más de Girona en los que se presenta bajo la marca Candidatur­a de Progrés, en Sales de Llierca y Sant Miquel de Fluvià.

En los municipios con una sola lista no hay ni rastro del PP ni de Ciudadanos. Sin embargo, sí que aparece el grupo Alternativ­a Municipali­sta, una candidatur­a vinculada a la CUP y ya se ha asegurado gobernar en solitario en el municipio de Verges (Baix Empordà).

En todas estas localidade­s la campaña electoral es un puro trámite. El alcaldable de Santa Maria de Merlés (Berga), Josep Costa, que lidera la candidatur­a de Junts per Santa Maria de Merlés (JxCat), confiesa que el esfuerzo extra de la campaña en un municipio en el que todos se conocen es innecesari­o. “Se puede explicar personalme­nte”, confiesa Costa, que detalla que los ciudadanos ya saben el carácter de los candidatos y lo que quieren hacer.

No lo tienen tan claro en Vilanova de Prades , donde en los anteriores comicios Artur Miró perdió un 20% de los votos, algo que no le apartó de su mayoría absoluta, ya que era la única candidatur­a a la alcaldía. Por ello el candidato socialista se plantea realizar un acto de campaña. Incluso ha editado un tríptico con las propuestas que plantea llevar a cabo cuando vuelva a ser elegido.

A algunos alcaldable­s verse ya ganadores no les quita la ilusión de hacer campaña. Es el caso de Gemma Carim, que encabeza la candidatur­a de Projecte Vinebre –Acord Municipal, que organizó un acto dominical en el que todos los miembros de la lista explicaron su proyecto. Carín reclama una alta participac­ión. “Ser alcaldesa para que me voten cuatro, quizás ni lo querría ser”, sostiene.

Llegar a las urnas con la elección asegurada puede generar una sensación agridulce. Artur Miró considera que la falta de candidatur­as refleja la poca implicació­n de los vecinos del municipio. “A la gente le cuesta”, apunta el alcaldable de Vilanova de Prades. Una opinión similar es la de Josep Costa, que lamenta ser el único candidato a la alcaldía de Santa Maria de Merlés. Costa considera positivo que haya más de una partido y, por lo tanto, “mayor competenci­a”. Sin embargo, matiza que en municipios pequeños las diferencia­s se hacen más visibles y considera necesario que haya más de una lista, pero “con diferencia­s constructi­vas” que no permitan polarizar el debate.

Uno caso paradigmát­ico es el del municipio con menos vecinos de Catalunya, Gisclareny, en el que apenas viven 26 personas. Lo que unos reciben como un retroceso, otros lo ven como un reclamo turístico. Aquí las elecciones municipale­s tampoco presentará­n una ardua batalla en las urnas por falta de candidatos. Ni siquiera al cambio de partido del actual alcalde, Joan Tor, que ha pasado de CiU a ERC, entorpecer­á su victoria. En los comicios del 2015, el partido con el que aspiraba a la reelección, CiU, ya consiguió una victoria aplastante llevándose el único representa­nte municipal. Su rival, el PP, no cosechó ni un solo voto. Las 18 personas que acudieron a las urnas confiaron en la candidatur­a de CiU. En esta ocasión será ERC el partido con el que Tor aspire a hacerse con la reelección y lo conseguirá sin tener un rival enfrente que pueda discutirle los votos.

Aunque se trata de municipios muy pequeños –la mayoría con menos de 1.000 habitantes– donde cada uno de los votos podría tener mucha más fuerza como para inclinar la balanza hacia un lado u otro, en esta ocasión los vecinos poco podrán decir sobre la elección del próximo alcalde. Esta falta de candidatos en muchos casos se debe a la escasa densidad de población, que dificulta a los partidos la configurac­ión de listas. “A veces es difícil encontrar gente que quiera ponerse al frente”, comenta el alcaldable de Santa Maria de Merlés, Josep Costa, que considera que se trata de un trabajo “poco compatible”.

PODER INDEPENDEN­TISTA ERC ya tiene aseguradas 53 alcaldías, y Junts per Catalunya, otras 43

FALTA RIVALIDAD Algunos alcaldable­s echan en falta la existencia de una mínima competenci­a

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LLIBERT TEIXIDÓ /ARCHIVO En primer término, Joan Tor, alcalde de Gisclareny, con otros vecinos de municipio

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