Terrassa, más disputada que nunca
TERRASSA
Con doce candidaturas, la campaña electoral de Terrassa está siendo una de las más intensas que se recuerdan. El PSC se juega mucho, tras 40 años consecutivos en el gobierno local y con varias mayorías absolutas en época de Manuel Royes y Pere Navarro. Ahora mismo, se encuentra en un momento de fragilidad, gobernando en minoría con Alfredo Vega y después de recuperarse del terremoto local que supuso la renuncia al cargo de su alcalde, Jordi Ballart, en noviembre del 2017, quien rompió el carnet del PSC por la aplicación del artículo 155.
La tercera ciudad de Catalunya, con 218.535 vecinos, ha vivido momentos de fuegos cruzados en este último mandato por la gestión de la municipalización del agua con la antigua concesionaria Mina d’Aigües, tras agotarse los 75 años de concesión. En octubre del 2016, Ballart reconoció haber recibido amenazas anónimas y extorsiones por defender la municipalización del servicio. Esta tensión dio alas a la oposición –ERC, Terrassa en Comú (TEC), PDECat y CUP– para ponerse de acuerdo y sacar al PSC de la alcaldía. Pero el intento no cuajó por los desacuerdos entre los comunes y el PDECat. Tras diferentes dimisiones de concejales que siguieron los pasos de Ballart, Vega, que era concejal socialista desde el 2007, lo relevó en la alcaldía. La puesta en marcha de la nueva empresa municipal Taigua y el litigio en que Mina y el Consistorio aún se encuentran inmersos ha marcado el mandato egarense.
Este mayo, la más que previsible fragmentación del voto y la presencia de Ballart como rival con la nueva formación Tot per Terrassa auguran un futuro incierto para el equipo de Vega. La oposición reclama un “cambio” porque considera que el proyecto actual ha quedado “envejecido”. El auge de ERC después de las generales y el juicio contra los líderes independentistas podrían influir en los resultados. La presencia del exconseller de Cultura Lluís Puig como cabeza de lista de Junts per Terrassa y el encarcelamiento de Josep Rull, que durante muchos años fue jefe de la oposición, son
Se esperan unos resultados ajustados. La fragmentación del pleno será clave en futuros pactos. La gestión de residuos y la vivienda figuran entre los temas pendientes
factores que tener en cuenta.
La gestión de los residuos, las rieras, la vivienda (más promoción pública y cómo absorber a los expulsados del área metropolitana), los polígonos industriales, la movilidad sostenible y los equipamientos son los principales temas pendientes para el futuro gobierno local. El soterramiento y la prolongación de los FGC –con nuevas estaciones– y la conexión con Renfe, la consolidación del campus universitario y del parque de Vallparadís y el prestigio empresarial del Parc Audiovisual de Catalunya son las enseñas identificativas de los últimos gobiernos socialistas.
ERC, que presenta por cuarta vez Isaac Albert de candidato y que tiene cuatro concejales, también espera el asalto a la alcaldía aprovechando la tendencia al alza de los republicanos, que en las generales del 28 de abril se situaron como segunda fuerza a pocos de distancia del PSC. Otro frente abierto es el de los comunes, que en el mandato anterior ganaron peso y se erigieron en la principal fuerza de la oposición, con seis concejales. Ahora buscan hacer efectivo el cambio y mejorar los resultados con el mismo candidato, Xavi Matilla.
Ante el “fenómeno Ballart”, como algunas voces llaman a la irrupción del exalcalde en la batalla por el gobierno local, las previsiones auguran que Tot per Terrassa obtendrá una buena representación en el pleno. Ballart defiende un “partido 100% municipalista y una manera de hacer diferente, que no esté supeditada a aparatos de partido”.
El cabeza de lista de Ciudadanos, Javier González (3 ediles), y el del Partido Popular (1), Álex Rodríguez, aspiran a mejorar los resultados del 2015. Aseguran que el proyecto socialista está caduco y que Ballart “no puede ser sinónimo de cambio porque ya ha demostrado a donde llega”.
La CUP podría ser otro de los actores claves en la aritmética postelectoral, que muy posiblemente pasará por alianzas de diferentes fuerzas. Tiene un concejal, pero comparte la voluntad de trabajar para crear una nueva Terrassa. “La red clientelar que los socialistas han tejido en la ciudad es muy amplia y hay que abrir puertas y ventanas” para ventilar, afirma Marc Medina, cabeza de lista.