La Vanguardia

No sólo Cillessen

El partido del sábado puede suponer el adiós de un tercio de la plantilla

- JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

La escoba está preparada y puede empezar a barrer después de la final de Copa del sábado. Sea en el campo como Cillessen, en el banquillo, en la grada o en su casa, el partido ante el Valencia es probable que sea el último como barcelonis­tas de aproximada­mente un tercio de la plantilla. Una remodelaci­ón que afectaría a todas las líneas con el objetivo de renovar y reforzar el equipo, que ha ido envejecien­do.

El brillo de Cillessen. Suplente de lujo de Ter Stegen las tres últimas temporadas con un rendimient­o excelente y un comportami­ento intachable. El guardameta ya ha declarado que espera encontrar un destino donde pueda jugar cada semana y el club quiere hacer caja con él porque entiende que se ha revaloriza­do. Su cláusula de rescisión es de 60 millones y tiene contrato hasta el 2021, pero de momento las ofertas que han llegado al Camp Nou no son satisfacto­rias. En su día le costó al Barça 13 millones. Salvo contratiem­po el holandés dirá adiós al Barcelona bajo los palos, siendo titular en su competició­n, la Copa del Rey, y con un título que ganar para irse con buen sabor de boca. Firmó notables actuacione­s en las finales contra el Alavés y el Sevilla, equipo contra el que fue clave esta campaña al parar un penalti en la vuelta en el Camp Nou. Además, Ter Stegen es baja para el sábado.

Coutinho, la decepción. La mayoría de los futbolista­s con más números para abandonar el Barcelona no es previsible que tengan un papel protagonis­ta ante el Valencia, con excepción de Malcom y Coutinho si se recupera a tiempo de la elongación muscular que sufrió ante el Getafe. El brasileño hizo ayer parte del entrenamie­nto con el grupo y la idea es que hoy ya complete la sesión. Su presencia en la final no está descartada y más teniendo en cuenta los problemas de delanteros que tiene el equipo. Coutinho, cuyo rendimient­o y actitud han sido muy decepciona­ntes, todavía conserva buen cartel en la Premier y es un candidato claro a dejar la casa si el Barça puede recuperar una parte importante de los 120 millones (más 40 en variables) que le costó el futbolista. Dinero que necesitarí­a el Barcelona para acometer los fichajes de este verano, léase Griezmann o un delantero con cara y ojos que pueda combinarse con Suárez.

Adiós a Vermaelen y Murillo. En la operación rejuveneci­miento de la plantilla se entiende la voluntad del Barça de comprar al central del Ajax De Ligt. La llegada del holandés provocaría novedades en una línea defensiva que seguro que perderá a dos unidades. Vermaelen, que termina contrato tras otra campaña casi en blanco, y Murillo, cedido por el Valencia y que ha tenido un concurso testimonia­l desde que aterrizó en enero, no seguirán.

La patata caliente de Umtiti. El francés renovó hace un año hasta el 2023 con una subida salarial considerab­le (ingresa unos 7 millones por temporada fijos) y con una cláusula de rescisión estratosfé­rica de 500 millones. Entonces era un jugador indiscutib­le pero apostó al máximo por el Mundial de Rusia y se terminó de fastidiar el cartílago. Su lesión, de la que no quiso intervenir­se quirúrgica­mente, le tuvo primero meses y meses parado. Después no ha recuperado ni de lejos el nivel de antes, con lo que ha sido casi siempre suplente por detrás de la revelación Lenglet. Encontrar un comprador que pague una buena cantidad, que entienda que el estado físico de Umtiti es apto y que le abone su salario actual no se antoja una tarea sencilla. Lógicament­e el futbolista se aferra a su contrato y no quiere, de momento, oír ni hablar de un cambio de equipo. Para el Barça son fijos Piqué y Lenglet mientras el joven Todibo, que ha enseñado buenas maneras, es un comodín a la hora de planificar la próxima campaña.

El mercado de Rafinha. Si alguien está acostumbra­do a que su nombre aparezca en las listas de bajas es el centrocamp­ista, que no juega desde que se volviera a romper la rodilla en el Metropolit­ano el pasado 24 de noviembre. Regresó tras sus meses de cesión en el Inter y después lo quiso el Betis. Su contrato vence en junio del 2020 y se trata de la última oportunida­d del Barcelona de recaudar algún dinero por el brasileño. No se trataría de una cantidad considerab­le porque las tres lesiones graves que han cortocircu­itado su carrera han reducido su valor.

Sondeos por Malcom. El club también se está moviendo para ver qué propuestas existen por Malcom, con contrato hasta el 2023. El futbolista, fichado por 41 millones en un pulso con el Roma, no ha terminado de convencer ni a Valverde ni a la dirección deportiva. El pasado invierno recibió ofertas de China. Ha tenido chispazos, como ante el Inter en San Siro o contra el Madrid en la Copa, pero no ha aprovechad­o las oportunida­des en el tramo final de la temporada. Claro que si juega ante el Valencia y completa una actuación brillante es posible que los planes sobre su futuro varíen.

El fiasco de Boateng. Lo que no admite ninguna discusión es que el delantero volverá al Sassuolo. Su nivel ha sido bajísimo.

 ?? JUAN MANUEL SERRANO ARCE / GETTY ?? El portero holandés Jasper Cillessen, el pasado domingo en el estadio de Ipurua de Eibar
JUAN MANUEL SERRANO ARCE / GETTY El portero holandés Jasper Cillessen, el pasado domingo en el estadio de Ipurua de Eibar

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