Aragón y Catalunya progresan de la mano
Cada una de sus economías se beneficia del impulso de la del otro: Aragón vende a Catalunya 5.000 millones al año y le compra 9.000 millones
Siglos de buena vecindad a lo largo de más de 300 km de fronteras administrativas y de desarrollo económico en paralelo han supuesto para aragoneses y catalanes el fortalecimiento de relaciones muy rentables para ambos territorios. Como socios preferentes, cada una de sus economías se beneficia del impulso de la del otro y contribuye de forma decisiva a que sean dos de las comunidades con mayor renta per cápita de España, con 28.640 y 30.769 euros, respectivamente.
Actualmente Aragón vende a Catalunya por importe de unos 5.000 millones de euros anuales, lo que supone el tercio de sus operaciones con el resto del país. Para contextualizar, se trata de una cifra equivalente a sumar lo que la economía regional exporta a Francia, Alemania e Italia. Y esas transacciones se basan sobre todo en productos del sector primario (26,1% del total), por delante de bienes de consumo (24,7%) y bienes de equipo (19,4%).
Por otro lado, Aragón compra a Catalunya la mitad de todo lo que importa del resto de España, lo que a su vez supone casi lo mismo que compra en el resto del mundo. Son en total alrededor de 9.000 millones de euros, fundamentalmente bienes intermedios (29,6% del total) y
energía (24,4%). Para la economía catalana, eso supone que su vecino del este es su principal cliente, al cual vende el equivalente a lo que exporta a Alemania, además de su proveedor más importante.
BARCELONA, LA SALIDA AL MAR DE ARAGÓN
Estos datos se explican en gran parte por la ventaja que supone la cercanía física a la hora de afrontar costes de transporte, que además se ven amortiguados por la calidad de las infraestructuras que conectan ambos territorios. La autopista ZaragozaMediterráneo une la capital aragonesa con Barcelona y Tarragona en apenas 300 km (tres horas de viaje), mientras que la A-2, o autovía del nordeste, comunica Madrid con Barcelona y vertebra la capital aragonesa entre ambas.
Pero el gran exponente de la simbiosis entre ambas economías es el Puerto de Barcelona, el de mayor crecimiento en Europa occidental en 2018. Sus múltiples conexiones ferroviarias permiten transportar de forma eficiente cualquier carga con partida o destino entre las instalaciones logísticas de Aragón y la que es de facto su gran salida industrial al mar. Eso ha hecho que el comercio marítimo de la región haya aumentado su cuota, tanto en volumen (del 27% al 35%), como en valor (del 14% al 21%).
Buena parte de esa mejora se debe a la Terminal Marítima de Zaragoza (TMZ), la plataforma de servicios logísticos creada en 2001 en la que participan el propio puerto, Mercazaragoza y el Gobierno de Aragón. Esa iniciativa ha ayudado a que se triplique el comercio marítimo de contenedores en poco más de una década y a aumentar la diversificación exterior de la economía aragonesa, de forma que comercio exterior, importaciones y exportaciones ya suponen el 63% de su PIB.
Este elevado grado de internacionalización contribuye de forma decisiva a uno de los objetivos que se ha marcado el Gobierno regional, el de incrementar el negocio con China. Asia ya es origen o destino del 55% del comercio marítimo de contenedores de Aragón, que es la quinta comunidad por volumen de intercambios comerciales con el mercado asiático. No en vano, el puerto de Barcelona canaliza el 41% de los depósitos que se exportan con destino a Asia y el 39% de los que llegan desde allí.
Con esas cifras y perspectivas se entienden mejor las palabras de Javier Lambán, presidente del Gobierno regional: “Cultivamos con dedicación y entusiasmo las relaciones con Catalunya. Es nuestro principal cliente y proveedor, todo lo que le vaya bien a Catalunya le va bien a Aragón.” Las pronunció en la firma del acuerdo para que la región sea comunidad invitada en el Salón Internacional de Logística de Barcelona, donde indicó que ese es otro ejemplo de un vínculo estrecho y provechoso para ambos territorios.
EL PESO DE LA AGRICULTURA
Un estudio estima que en torno al 53,4% de la actividad productiva de la industria y la agricultura aragonesas está muy expuesta al comercio con Catalunya, lo que la hace especialmente sensible a que su economía mejore o empeore. El grado de exposición del sector agrario a la evolución del vecino catalán se sitúa en un 39,5%, con unas ventas en 2017 por 1.885 millones de euros. En total, el área agroalimentaria representa más de la mitad de las ventas totales a Catalunya, pero otros sectores de la economía aragonesa tienen también producción clave vinculada a ese territorio, como la industria química (10,9%), el material de transporte (9,5%), o papel, edición y artes gráficas (8,2%).
Huesca es la provincia aragonesa que más vende a Catalunya, según cifras de 2017. En ese año sus exportaciones a ese territorio supusieron el 43,9% del total de la región, sobre todo por agricultura y ganadería, industria agroalimentaria e industria química. Esos mismos sectores son los que dominan las ventas desde Teruel (35,8% del total), mientras que en el caso de Zaragoza las exportaciones están más diversificadas y se da el menor porcentaje sobre el total de operaciones (20,2%).
En cuanto a las provincias catalanas, Barcelona es la que mayor porcentaje de productos aragoneses recibe, hasta un 56%, mientras que a Lleida llega casi un 20%, a Girona algo más de un 13% y a Tarragona algo menos de un 11%.