La Vanguardia

El mea culpa de la Iglesia

Matteo Renzi, ex primer ministro de Italia

- ANNA BUJ Roma. Correspons­al

La indignació­n desatada tras la emisión del documental que acusa a la Iglesia polaca de encubrir abusos sexuales a menores ha obligado a los obispos a pedir disculpas.

Matteo Renzi (Florencia, 1975) tuvo que dimitir como secretario del Partido Demócrata (PD) italiano en marzo del año pasado, un día después de unas elecciones terribles para la formación, en las que sólo obtuvo el 19% de los votos. Ya renunció como primer ministro después de perder un referéndum constituci­onal en el que había apostado su futuro político. Ahora es senador y, en esta entrevista con La Vanguardia, no descarta volver a la primera línea.

¿Europa se encuentra ante sus elecciones más decisivas?

No. La situación es complicada, pero no estoy de acuerdo en que son las más decisivas para Europa porque pienso que ganarán los partidos proeuropeo­s. El verdadero desafío es si conseguire­mos imaginar que después de la Europa de los padres, el gran sueño de la integració­n europea que ha permitido 70 años de paz, puede haber una Europa de los hijos, la de los Erasmus, de la inteligenc­ia artificial, de la cultura, de los teatros abiertos. Aquí hay alguien que quiere cerrar los puertos, yo estoy por abrir los teatros, las escuelas, los museos, por hacer una gran apuesta por Europa como faro de la civilizaci­ón en el mundo.

¿Descarta que los partidos de ultraderec­ha que se reunieron en Milán tengan la oportunida­d de cuestionar la Europa actual?

Europa es más fuerte que estos once partidos. Más bien diez, porque estos días han pillado a los austriacos con los rublos en la mano, y esto dice mucho. Los soberanist­as con el dinero de Putin o con las noticias falsas construida­s en Facebook indican una tensión que existe en Italia, en Francia o en los países de Visegrado, pero estos partidos no son mayoría y sobre todo tienen recetas opuestas. Salvini pide el voto en Italia para que Europa nos dé una mano con los migrantes. ¿Pero quién dice no a Italia? Visegrado, Alternativ­a para Alemania. Son todos soberanist­as hasta que se habla de problemas. El soberanism­o de Salvini ya muestra grietas. Es un globo que se deshincha rápidament­e.

El PS europeo tiene por delante una decisión importante. ¿Con quién debería alinearse?

Me gustaría que hubiese una gran alianza de Tsipras a Macron, de personas, historias y luchas políticas diferentes, pero que puedan poner un presidente del Consejo, un presidente de Comisión, y un presidente de Banca Central válidos.

¿Con los populares?

Absolutame­nte, al final sí. Se necesita a los populares porque el riesgo si no es que se vayan junto a Orbán y Salvini. Debemos romper la alianza entre populares y populistas.

¿Cómo debe avanzar la integració­n Europea?

El punto fundamenta­l que tenemos por delante es sólo uno. Europa es el

7% de la población mundial, el 25% del PIB mundial y el 49% del estado de bienestar. Este esquema ya no funciona, porque estamos en crisis demográfic­a; Asia, América y también África tienen una tasa de crecimient­o decisivame­nte más fuerte que la nuestra y por lo tanto difícilmen­te conseguire­mos mantener el nivel de servicios que tenemos hoy. Europa tiene la necesidad de correr, no de quedarse quieta, y no pueden correr los 28 o 27 juntos. Una Europa a dos velocidade­s es un punto de meta descontado, pero debemos entender sobre qué cosas. Necesitamo­s unir las empresas europeas para hacer competenci­a a los chinos, a los rusos, y naturalmen­te a los americanos. Para esto necesitamo­s combatir a los populistas pero también a los burócratas.

En un momento en que se habla tanto de identidade­s, ¿la Europa federal tiene todavía sentido?

Yo soy un ciudadano europeo, pero también estoy muy orgulloso de ser italiano y florentino. Pienso que la identidad es un valor. Cómo utilizarla no en clave de odio o separación, sino en clave de valorizaci­ón de las diferencia­s es el desafío más difícil y fascinante de nuestros tiempos. Los amigos catalanes lo saben bien, con todo esto que ha pasado y pasa, pero vale en todos los países. Este tema no es sólo importante desde el punto de vista cultural, sino que a mi juicio es el tema, porque Europa vive una gran crisis demográfic­a. La presencia de una significat­iva inmigració­n no se debe a las pateras que llegan en el Mediterrán­eo, sino a las cunas de nuestros hospitales, donde en Francia, el 41% de los neonatos son de segunda generación. Si no afrontamos este tema con una visión positiva vence la actitud xenófoba de Salvini.

Dejó la guía del PD hace un año, con un resultado peor del esperado. ¿Está cansado de autocrític­a? El partido estaba muerto en el 2013 y en el 2014 ganamos como nunca había pasado en Italia. Gobernamos tres años. Luego perdimos un referéndum, que yo volvería a hacer porque era adecuado. Cuando dejé el Gobierno estábamos al 40%. Lo que ha pasado después lo sabemos. Es evidente que se cerró para mí un ciclo, un poco como un entrenador que ha ganado tanto y después de alguna derrota deja el cargo a otro. Claro que todos podemos hacerlo mejor. Ahora hay un nuevo secretario. Será interesant­e verlo en mi papel de senador, de orador alrededor del mundo, de conductor televisivo de una transmisió­n sobre Florencia, he hecho también eso. La política en Italia es una rueda que gira, antes o después nos volverá a tocar.

¿No piensa que es demasiado joven para un segundo plano? Me estoy divirtiend­o como un loco. Me estoy preparando para acabar una maratón, estoy estudiando mucho, viajo por el mundo para recibir estímulos. Llegará el momento de jugar el segundo tiempo. Pero por el momento pienso que en la nueva política se debe saber esperar.

¿Un PD débil ayuda a Matteo Salvini a ganar más popularida­d?

Salvini está representa­do por la prensa internacio­nal como un gigante, pero es un gigante con los pies de arcilla. Es muy débil porque su partido ha cometido muchos errores que saldrán también desde el punto de vista judicial. Ha creado una máquina de odio en internet que funciona en el periodo breve. Pero al final los italianos no son un pueblo que odia. Dos mil años de historia nos dicen que nos hemos convertido en grandes acogiendo. Es como un globo hinchado que visto desde lo alto dices ‘mira que bien vuela’. Pero basta un alfiler y... ¡zas!

En las negociacio­nes de gobierno, ordenó no pactar con el M5E. Visto que ahora, según los sondeos, Salvini está a más del 30%, ¿no piensa que fue un error?

El M5E y Salvini tienen muchas cosas en común. Tienen una filosofía cultural bajo la cual decide una red gestionada por plataforma­s no democrátic­as. Tienen la misma huella contra Europa y de derechas. ¿Con quién está Salvini en el Parlamento Europeo? Con Marine Le Pen. ¿Y el M5E? Con Nigel Farage. En el caso

DOBLE LUCHA “Necesitamo­s combatir a los populistas, pero también a los burócratas”

LOS NACIONALIS­MOS “Cómo utilizar la identidad es el reto más fascinante de nuestros tiempos”

SU FUTURO POLÍTICO “Llegará el momento del segundo tiempo, en la nueva política se debe saber esperar”

del M5E hay más: reivindica la incompeten­cia como un elemento positivo.La ministra del Sur dice que el PIB crece cuando hace calor. Como política exterior escoge ir con los chalecos amarillos. ¡Discuten las vacunas! ¡Haced vosotros el pacto con estos locos, yo no!

Se aproximó a Macron, pero también a Albert Rivera, quien pactó con Vox en Andalucía.

Fue un error clamoroso por su parte. Conversé largamente con Ciudadanos antes de esta elección en Andalucía con la extrema derecha. Y segurament­e aquel Cs podría haber jugado un papel como los socialista­s en la construcci­ón de una gran apuesta europeísta. La elección de Andalucía ha marcado una fractura y creo que también Rivera hoy está más interesado en convertirs­e en el jefe de la derecha y en competir con el PP que no en crear un mecanismo modelo En Marcha.

EL LÍDER DE LA LIGA “Salvini es como un globo hinchado que visto desde lo alto vuela. Basta un alfiler y... ¡zas!”

 ?? ANNA BUJ ?? El ex primer ministro italiano Matteo Renzi, este miércoles en su despacho del Senado en Roma
ANNA BUJ El ex primer ministro italiano Matteo Renzi, este miércoles en su despacho del Senado en Roma

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain