Narendra Modi volverá a gobernar India con nueva mayoría absoluta
Los indios han preferido dar una segunda oportunidad a Narendra Modi, pese al discutible balance de su primer mandato. Tras la votación por fases, a lo largo de seis semanas, el recuento de ayer arrojó alrededor de trescientos escaños para el BJP, en una cámara de 545. El partido del primer ministro ni siquiera precisa de sus socios regionales, con los que roza el 45% del total de votos y suma cincuenta escaños más. El Congreso Nacional Indio (CNI) es el segundo más votado, pero con un 28% de los votos solo logra sumar 52 escaños, apenas ocho más que hace cinco años. El resultado supone un varapalo para Rahul Gandhi, que esta vez figuraba ya como cabeza de lista, sin que la aportación de su hermana Priyanka haya cambiado gran cosa. Rahul ha perdido incluso uno de los dos escaños de la familia en Uttar Pradesh –concurría también en Kerala– mientras que su madre, Sonia Gandhi, conserva el otro. Varios partidos regionales anti Modi han vuelto a levantar cabeza, como lo ha hecho el BSP de los parias de Mayawati, aunque quedan lejos de poder tejer una alternativa con el CNI. Modi, que hace cinco años ganó las elecciones con promesas de desarrollo y creación de empleo que no se han materializado, ha apostado esta vez con éxito por la retórica antipakistaní, en línea con su tradicional cultivo del chovinismo hindú. El vuelco es sorprendente, ya que a principios de año el BJP era dado como perdedor, después de ser desalojado de los gobiernos de Rajastán, Madhya Pradesh y Chhatisgarh por el resurgente partido de Gandhi. El atentado que en febrero mató a cuarenta antidisturbios en Cachemira resucitó al BJP. Modi aprobó que la aviación penetrara en territorio pakistaní –una línea roja– y bombardeara como represalia, mientras las televisiones alimentaban con mentiras y medias verdades un clima de histeria nacionalista. A eso hay que sumar el abismo entre los recursos del BJP y los del resto, en un país donde muchos votos están a la venta. /