Los vecinos del pueblo natal de Josu Ternera rechazan la visita de Rivera
De espaldas y en medio de un mutismo general. Los vecinos de UgaoMiraballes (Bizkaia), localidad natal del histórico jefe de ETA Josu Ternera, rechazaron ayer la visita de Albert Rivera con una concentración silenciosa que ni siquiera dio cara al líder de Cs, quien en la rueda de prensa posterior, boicoteada con sirenas y cacerolas, advirtió de que su partido va a prohibir los homenajes a terroristas, para lo que pidió el apoyo de PP y PSOE.
Una pancarta con el lema “Así no, no sois bienvenidos” y cientos de personas de espaldas fue lo primero que se encontró Rivera al llegar a Ugao-Miraballes, un pueblo de 4.000 habitantes en el que la formación naranja tan sólo obtuvo 37 votos en las pasadas elecciones generales y en el que no ha sacado lista para las municipales de este domingo. Cs, que en principio iba a celebrar su acto de “desagravio a las víctimas” de ETA en Hernani (Gipuzkoa), decidió cambiar el escenario al municipio vizcaíno tras la concentración de la semana pasada en la que se pidió la libertad de Ternera después de haber sido detenido en Francia.
Rodeado por fuertes medidas de seguridad y un nutrido grupo de afiliados naranjas del País Vasco, Cantabria, Burgos y Madrid, Rivera realizó un trayecto de sólo seis minutos por el pueblo acompañado de su candidata a la Eurocámara Maite Pagazaurtundúa, hermana del policía municipal Joseba Pagazaurtundúa, asesinado por ETA en Andoain en el 2003. El recorrido, en silencio y plagado de ikurriñas y lazos amarillos, sólo se vio roto por algún insulto y un “Visca Catalunya”. Ante los incidentes en los mítines de Cs en Alsasua y Errenteria, el Ayuntamiento, formado por ocho concejales del PNV y tres de EH Bildu, hizo un llamamiento previo en el que pidió “civismo” y “no caer en las provocaciones de quienes sólo quieren desestabilizar”.
En el frontón, y en medio ya del ruido de bocinas y cacerolas, Rivera avisó de que la “libertad está amenazada”. “Vendremos siempre que queramos”, indicó, a la vez que pidió “justicia” para las víctimas mientras rompía un cartel con una imagen de Ternera. “No nos callasteis con tiros y no nos vais a callar con sirenas”, clamó antes de poner fin a un acto que el PNV calificó de “indigno” por “estigmatizar a un pueblo entero” que “ha sufrido también la violencia de ETA”. 28 minutos después de pisar Ugao-Miraballes, el líder de Cs estaba ya en la furgoneta negra en la que llegó.