Recuerdo de Punset
Año 2001. Primera clase de política económica. El profesor había despertado muchas expectativas. Había sido ministro, conseller de Economía, diputado europeo, diputado en las Cortes, había trabajado para el FMI... Por la puerta entraba esa eminencia. Un caminar pausado, una sonrisa amable y una mirada bondadosa. Ahí estaba don Eduard Punset.
Era como un sabio en las nubes, pero con los pies firmes en la tierra. Su vasta experiencia ya era en sí una lección diaria. Y a la vez una persona tan cercana y humilde que maravillaba. Su principal obsesión era recordarnos que éramos homínidos: una clase de primates dotados de inteligencia. Y ahí hacía hincapié: en la capacidad que teníamos para seguir desarrollando nuestra inteligencia, seguir aprendiendo, investigando, descubriendo...
Tengo que reconocer que no recuerdo nada sobre política económica, pero sí esas lecciones que nos servirían para la vida. Tuve la fortuna de encontrármelo años después en varias ocasiones. Era como ese abuelo con mucha experiencia que cuenta historias increíbles. Siempre con esa ilusión de seguir aprendiendo. Era inspirador.
Estimado Eduard Punset, gracias por su generosidad y esa ilusión por buscar la felicidad, por conocernos mejor y disfrutar de la vida y lo que nos brinda. Descanse en paz
PATRICIA DOMINGO
Madrid