La NASA empieza la construcción de la estación espacial Gateway en la Luna
El primer componente se ha adjudicado a la empresa Maxar Technologies
La NASA dio ayer el pistoletazo de salida a la construcción de la estación espacial Gateway, que planea situar en órbita alrededor de la Luna como base para misiones tripuladas a la superficie lunar y a Marte. Una de sus funciones será dar soporte al programa Artemisa, con el que EE.UU. quiere volver a enviar astronautas a la Luna antes del fin del 2024. Según anunció ayer Jim Bridenstine, administrador de la NASA, el primer elemento de la Gateway lo desarrollará la empresa estadounidense Maxar Technologies. La agencia espacial lo comprará una vez esté en el espacio y su funcionalidad se haya demostrado.
“Vamos a volver a la Luna de forma sostenible y vamos a quedarnos”, declaró Bridenstine en una conferencia en el Instituto Tecnológico de Florida. “Vamos a ir con socios comerciales. En lugar de comprar y operar componentes, vamos a comprar servicios”.
Con la Gateway (Puerta de acceso), la NASA pretende construir una especie de campamento base. En las misiones tripuladas a la Luna, los astronautas llegarán primero a la estación y desde ahí podrán aterrizar en el satélite a bordo de naves reutilizables, que actuarán como lanzaderas.
Para propulsar estas naves, a largo plazo la NASA planea obtener combustible a partir del agua helada y otros materiales que robots y astronautas extraigan de la Luna, mediante misiones coordinadas desde la propia estación. La Gateway, además, se utilizará como un relé de comunicaciones entre la superficie lunar y la Tierra.
La Gateway es un proyecto liderado por EE.UU. que cuenta con el apoyo del resto de socios de la Estación Espacial Internacional (EEI): Europa, Rusia, Japón y Canadá. La Agencia Espacial Europea, que participaría en la construcción de dos módulos, prevé anunciar su decisión en el Consejo Space19+, que en noviembre de este año reunirá en Sevilla a los ministros europeos responsables del sector espacial.
El primer componente de la Gateway será el elemento de energía y propulsión (PPE por sus siglas en inglés), que generará electricidad a partir de luz solar, captada por grandes paneles como los de la EEI. Esta energía no sólo servirá para alimentar la estación, sino que permitirá impulsar un motor de propulsión eléctrica solar para moverla, con un gasto de combustible diez veces menor que los sistemas convencionales, según la NASA. Gracias a este motor, la Gateway podrá desplazarse y cambiar su órbita en torno a la Luna, lo que permitirá explorar varias regiones de su superficie. La que más interés genera por ahora es el polo sur, que alberga grandes cantidades de agua helada.
La meta de la NASA es lanzar este primer componente a finales del 2022, a bordo de un cohete privado no tripulado. Para el 2028, la estación estará lista para hospedar astronautas en misiones de hasta tres meses. Será mucho más pequeña que la EEI. En principio, estará operativa durante 15 años.
El calendario de trabajo prevé tener el complejo orbital a punto para hospedar astronautas en el 2028