Degustar comida callejera en Singapur y probar fusiones peruanas
Una de las mejores maneras de cuidar nuestro sentido del gusto
es disfrutar de una oferta gastronómica que, en cada país, muestra parte de la cultura y la identidad de un territorio. Y, para los viajeros más foodies, Singapur es un destino más que obligado. Poca broma: en esta ciudad-estado, los establecimientos de comida callejera tienen más estrellas Michelin que en ningún otro lugar del mundo (seguida de cerca por Hong Kong, eso sí). El mítico local Liao Fan Hong Kong Soya Sauce Chicken Rice
& Noodle ha sido durante años el restaurante con estrella Michelin más barato del mundo, con un tique medio de 1,5 euros. Una muestra de la alta calidad de unos food courts, o agrupaciones de restaurantes con ofertas culinarias diversas, en los que podréis honrar al paladar con las mejores recetas del mundo.
Un poco lejos, pero con igual espíritu gastronómico, encontramos uno de los países más influyentes en la cocina internacional en los últimos años. Se trata de Perú, un laboratorio culinario que cuenta con un recetario increíblemente rico en sabores –¡solo en cuanto a “papas” hay 5.000 variedades distintas!–, en parte por la gran cantidad de ecosistemas que conviven en el mismo territorio. Un viaje a Lima se disfruta no solo por sus restaurantes de cocina
tradicional, sino también por las interesantes iniciativas de fusión, entre ellas, la popular nikkei –japonesa y peruana– y la cada vez más conocida chifa –china y peruana–. ¡Ñam!