Washington moviliza a 1.500 soldados adicionales en el golfo Pérsico
El Pentágono enviará a 900 militares más y desplegará a otros 600 ya estacionados
Estados Unidos reaccionó ayer a lo que considera “una amenaza creíble” por parte de Irán con el envío de 1.500 soldados más a la zona de Oriente Medio. La cantidad está en la parte baja de la tabla de las cifras barajadas, pero pretende enviar un mensaje disuasorio a Teherán y sus aliados a la vez que intenta evitar un choque con el Capitolio, donde varios congresistas han expresado sus dudas sobre quién es realmente responsable de la escalada de la tensión.
El anuncio del envío de nuevas tropas vino acompañado sin embargo de otra decisión mucho más polémica: la venta de armas por valor de más de 8.000 millones de dólares a Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, entre otros países de la región esquivando el escrutinio del Congreso, que debería haberse pronunciado sobre la operación y podría haber expresado reservas en el caso de Riad por su papel en el asesinato del disidente Jamal Khashoggi. La Casa Blanca sólo les ha informado de manera informal cuando la decisión estaba tomada, alegando que está cubierta por la emergencia nacional declarada en respuesta a la “amenaza iraní”, que incluyó el envío de un buque de guerra y varios bombarderos.
La finalidad del refuerzo militar de 1.500 tropas será a la vez “protectora” y “disuasoria”, explicó a la prensa Donald Trump. “Ahora mismo, no creo que Irán quiera luchar y mucho menos con nosotros”, dijo el presidente estadounidense, que lleva semanas oscilando entre las declaraciones abiertamente agresivas hacia Teherán y los gestos conciliatorios para intentar que se avenga a negociar con Washington un acuerdo para poner fin a sus ambiciones nucleares después de que su Administración se saliera del marco de control internacional pactado en el 2015.
El envío de 1.500 efectivos adicionales al mando central del ejército estadounidense, encargado de coordinar las decenas de miles de tropas que tiene en la región de Oriente Medio, es “una respuesta prudente a las amenazas creíbles recibidas de Irán”, aseguró por su parte el secretario de Defensa en funciones, Patrick Shanahan, que ayer informó al Congreso del despliegue.
Aunque no ha trascendido destino exacto, los efectivos se encargarán de tareas “defensivas” que incluirán proteger al resto de tropas desplegadas en la región y garantizar la libertad de circulación marítima en la zona del golfo Pérsico, según la agencia AP. El Pentágono había preparado esta semana varios planes de despliegue que incluían hasta 10.000 efectivos pero la Casa Blanca optó finalmente por un refuerzo mucho más conservador.
Trump esquiva el escrutinio del Congreso y aprueba una gran venta de armas a Arabia Saudí