Landa va lanzado
El vitoriano del Movistar pasa al ataque y recorta diferencias
El ciclista del Movistar Mikel Landa protagonizó ayer un más que destacable ataque en la primera etapa de alta montaña del Giro 2019 que le coloca tercero en la general, a un minuto y 20 segundos del líder, Ilnur Zakarin.
Tardó el Giro 2019 en llegar a la alta montaña pero lo hizo a lo grande. En el inédito final del lago Serrù, a 2.247 metros de altitud, tras 196 kilómetros y cinco horas y media de esfuerzo, se impuso el ruso Ilnur Zakarin y un imperial Mikel Landa protagonizó un ataque demoledor que le permite recortar tiempo y escalar posiciones en la general. Zakarin ganó en solitario, con Mikel Nieve segundo a 35s y Landa, tercero a 1m20s.
Landa saltó del grupo de favoritos a unos 16 kilómetros del final, en la inacabable ascensión nevada de Ceresole Reale, y llevó a cabo una operación excelente. Apoyado por dos compañeros del Movistar que iban por delante, Héctor Carretero y Andrey Amador, empezó a abrir hueco sobre Nibali y Roglic, sólo preocupados por su marcaje mutuo. Luego, ya en solitario, en una fenomenal cabalgada de 7,5 kilómetros hasta la meta, Landa llegó a tener casi dos minutos de ventaja que al final se consolidaron en un minuto y 37 segundos más la bonificación.
“He llegado fundido, por los kilómetros que quedaban cuando ataqué y por la altitud”, declaró el vasco. Y añadió: “Estoy muy contento, sobre todo porque he visto a los rivales más débiles y eso es muy importante”. El ciclista del Movistar sólo ve una táctica: “Tengo que atacar mientras el cuerpo aguante. El Giro cambia día a día y somos muchos los que queremos ganar”.
La etapa tuvo un buen balance para Landa, que se ha situado octavo de la general (a 5m8s del líder, pero a menos de tres minutos de Roglic, del que estaba hace dos días a prácticamente cinco) y un resultado desastroso para Simon Yates, uno de los grandes favoritos en la línea de salida. El británico del Mitchelton no pudo mantener el ritmo de sus principales adversarios y cedió 5 minutos en la meta, o sea, algo más de dos con relación al dúo Roglic-Nibali. Tampoco fue un buen día para Miguel Ángel López. El colombiano del Astaná sufrió una avería en el peor momento y tuvo que realizar una exigente remontada para acabar entrando a 1m22s de Roglic y Nibali. Los dos principales favoritos han visto como tanto Zakarin como el neerlandés Mollema han recuperado posiciones de forma peligrosa.
El Giro afrontará hoy una etapa aún más exigente que la de ayer. De Saint Vincent a Courmayeur son sólo 131 kilómetros pero con un desnivel acumulado de 5.100 metros. Cinco puertos encadenados sin descanso y apenas 14 kilómetros llanos en todo el día. Destaca especialmente el alto de San Carlo, un primera previo a la subida a meta del que se habla como un nuevo Mortirolo. Tiene 10,5 kilómetros para pasar de 920 metros a 1.951 con pendientes de desnivel medio del 9,8% y puntas del 14% y el 15%.
EL BALANCE DE LANDA
“He visto a los rivales más débiles; tengo que seguir atacando mientras el cuerpo aguante”