Hungría se prepara para una victoria aplastante del ultranacionalista Orbán
Fidesz, el partido ultranacionalista del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, se dirige hacia una aplastante victoria mañana en las elecciones europeas, en las que, según los últimos sondeos, obtendría el 55% de los votos, y lograría 14 escaños en el Parlamento Europeo, es decir, dos más de los que tiene en el actual hemiciclo. A Hungría le corresponden 21 escaños, y en los comicios europeos del 2014 Fidesz tuvo el 51,5%. La derechización del país, sobradamente demostrada en comicios anteriores, se consolidará aún más, pues el partido ultraderechista Jobbik conseguiría 2 eurodiputados. Los cinco asientos restantes se repartirían entre socialistas (2), la izquierdista Coalición Democrática (2) y el liberalcentrista Momentum (1). Las proyecciones son el resultado de cruzar sondeos de los institutos demoscópicos húngaros Századvég y Nézöpont.
Viktor Orbán mantendría así su peso en la Eurocámara, a la espera de qué ocurre con la suspensión temporal de Fidesz en el seno del Partido Popular Europeo (PPE), acordada el pasado marzo tras diversos comportamientos de aroma antieuropeísta del partido y del primer ministro. Orbán flirtea desde entonces con el bloque de partidos de la ultraderecha populista continental que está intentando alinear el ministro italiano del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini.
El gobernante húngaro quiere que, llegado el momento, los conservadores europeos pacten con la ultraderecha antes que con los socialdemócratas, y amaga con abandonar el PPE si este grupo no se muestra más duro con la inmigración. Pero marcharse del PPE entrañaría para Fidesz una pérdida de influencia en las dinámicas de Bruselas. Además, la crisis de Gobierno en curso en Austria tras la ruptura de la alianza de conservadores y ultraderechistas –que Orbán había alabado hace pocos días como un modelo exportable a toda Europa– complica ahora el esquema que defiende el gobernante húngaro.