Paradiso reúne a los grandes cocteleros
¿Puede ser la coctelería completamente sostenible? ¿Cuánto influye una buena atención en la experiencia del cliente? ¿Debe tener la comida el mismo protagonismo que la bebida en la carta de un bar de cócteles? Son tan sólo algunas de las cuestiones que se plantearon ayer en las 50 Best Talks, organizadas por The World’s 50 Best Bars en la barcelonesa coctelería Paradiso, para debatir sobre el futuro del sector.
En ellas, los responsables de algunos de los mejores bares del mundo –Leo Robistchek del neoyorquino Nomad Bar, Giorgio Bargiani del londinense Connaught Bar, Renato Tato Giovannoni de la Florería Atlántica de Buenos Aires y Maroš Dzurus del noruego Himkok Bar– tomaron la palabra para explicar las nuevas tendencias en coctelería, como el uso de ingredientes de proximidad y home-made, la vuelta de los cócteles clásicos del aperitivo italiano y de bebidas como el fernet –que promete ponerse de moda– o la gran necesidad de sacar el máximo partido a todos los ingredientes empleados en un combinado para reducir al máximo el desperdicio alimentario.
También hubo quien defendió, como Leo Robistchek, barman de la cuarta mejor coctelería del mundo según The World’s 50 Best Bars, que en estos días la simplicidad es un reclamo artístico a la hora de idear el menú de un bar de
cócteles. O quien como Giorgio Bargiani, de The Connaught, el quinto mejor bar del mundo, afirmaba que en coctelería ya está todo inventado. “Lo único que podemos ofrecer nuevo es una experiencia mejor. Cada cliente es una historia, una conversación”, explicaba.
Las 50 Best Talks también contaron con la intervención de un invitado especial: Salvatore Calabrese, del londinense The Donovan Bar, alías el Maestro, quien dio su visión sobre cómo la globalización ha cambiado el mundo de la coctelería. “Ahora todo va mucho más rápido que antes”, decía.