Grifols invertirá 1.180 millones en nuevas plantas hasta el 2022
El grupo prevé elevar un 60% su capacidad de producción de plasma
Grifols, el fabricante catalán de hemoderivados, anunció ayer un plan para invertir 1.180 millones de euros en incrementar su capacidad productiva hasta el 2022. La compañía, que ayer celebró su junta de accionistas en Sant Cugat, explicó que el año pasado ya invirtió 252 millones, y otros 65 en lo que llevamos de este ejercicio. El plan quinquenal de inversión de 1.400 millones, de los que 300 millones corresponden a sus instalaciones productivas en España, permitirá incrementar su capacidad de procesamiento de plasma un 60%, de los actuales 12 millones de litros a 19 al final del periodo. “Y ya empezamos a mirar hacia delante, para poder llegar a los 30 millones en el 2030” dijo Víctor Grífols Deu, consejero delegado solidario de la compañía.
La multinacional explicó que el 66% de las inversiones se destinarán a la división Bioscience, la que aporta la mayor parte del negocio del grupo, dedicada a la producción de medicamentos derivados del plasma; el 10 % a la de Diagnóstico, la segunda en importancia para el grupo, y el 3% a la hospitalaria.
El grupo realiza sus mayores inversiones en Clayton (Estados Unidos) donde está construyendo una fábrica de fraccionamiento de plasma en la que invierte 120 millones de euros y otra de purificación en la que invierte otros 140. igualmente está construyendo una planta de purificación de albumina en Dublín (Irlanda), a la que destina 110 millones y otra en San Diego (Estados Unidos), para fabricar reactivos para su división de diagnóstico, en la que invierte 19 millones.
En España, Grifols tiene en marcha la ampliación de una fábrica en Murcia para su división de hospital en la que invierte 10 millones de euros, y la construcción de una nueva planta en Lliçà, a la que trasladará parte de la producción de la planta actual de Parets que se ha quedado pequeña. Igualmente la firma construirá un nuevo edificio corporativo en Sant Cugat, donde está la sede del grupo que ahora ocupa ya cuatro edificios. La firma tiene ya 22.000 empleados en todo el mundo.
Los directivos de Grifols explicaron que el grupo ha concentrado en los últimos años sus esfuerzos en conseguir nuevos centros de donación de plasma, de manera que ahora son el fabricante de hemoderivados con mayor capacidad de captación, según explicó Raimon Grífols, también consejero delegado del grupo: en diciembre Grifols tendrá 297 centros, que prevé situar en 370 en el 2024.
Víctor Grífols recordó que la apertura de nuevos centros reduce inicialmente el ebitda o beneficio operativo de la compañía, que mejora a medida que van captando donantes y llegan a su plena capacidad.
La firma destacó los buenos resultados que ha presentado hasta el momento su estudio clínico Ambar, sobre el uso de albúmina y otras proteínas plasmáticas para tratar la enfermedad de Alzheimer. Si los resultados definitivos confirman su utilidad, la compañía pedirá a las autoridades sanitarias que apruebe esta indicación para sus productos, lo que puede disparar la demanda de medicamentos plasmáticos, que hoy se utilizan para tratar enfermedades minoritarias.
Raimon Grífols explicó también que están pendientes de conseguir las autorizaciones administrativas para cerrar su alianza con la compañía china Shanghai Ras y descartó que la alianza pueda verse frenada por la guerra comercial que enfrenta ahora a China y Estados Unidos. Según sus previsiones, la alianza de ambas firmas podría estar operativa a final de año.
Por el momento, sin embargo, los ingenieros de la firma catalana están ya participando en el diseño de la nueva planta de fraccionamiento y purificación de plasma que la compañía china está construyendo en Shanghai. “Esta operación puede dar un giro a la compañía, similar a lo que fue para nosotros la compra de Talecris en el 2014”, señaló Víctor Grífols.