Autonómicas y municipales
LA celebración, junto con las europeas, de las elecciones autonómicas y las municipales concede a la jornada de hoy una gran trascendencia respecto del futuro político de España, aunque sólo sea por el hecho de que, debido a las legislativas celebradas en abril, se abre un horizonte de cuatro años sin elecciones. Ni que decir tiene que, de confirmarse la ventaja que los sondeos dan al PSOE, Pedro Sánchez podrá encarar el futuro con una estabilidad política impensable hace unos pocos meses.
Más de 16,4 millones de españoles están llamados a elegir hoy los gobiernos de doce comunidades autónomas en unos comicios en los que el mapa territorial de España puede dar un notable vuelco con respecto al surgido en el 2015, cuando la victoria del PP tiñó de azul hasta once autonomías. De confirmarse la tendencia iniciada en las generales del pasado mes de abril que apuntan algunos sondeos, sería el rojo del PSOE el que pasaría a ser hegemónico, con la importancia que supondría no sólo para los socialistas, sino para el futuro de un PP que se pronostica a la baja y un Ciudadanos que parece lejos de alcanzar las expectativas creadas.
Adquiere una especial trascendencia política lo que ocurra en la Comunidad de Madrid, donde el PP viene gobernando con mayorías absolutas desde hace 24
años. Los sondeos predicen un empate entre los dos bloques, con ligera ventaja de la izquierda liderada por el PSOE, que, sumando con Más Madrid y Podemos, podría alcanzar el gobierno. De confirmarse el pronóstico, significaría un nuevo revés para el joven liderazgo de Pablo Casado, embarcado ahora en su operación centro. También será interesante saber cuál es el comportamiento electoral de Ciudadanos –si por fin supera en votos al PP– y la presencia territorial que obtenga la ultraderechista Vox.
Finalmente, más de 35,1 millones de españoles están llamados a elegir la composición de los gobiernos de los 8.131 municipios que jalonan el país. El color del mapa municipal español del 2015 resultó mucho más repartido que el autonómico, ya que el PP se impuso al PSOE por 350.000 votos y unos 2.000 concejales más en toda España. Pero lo más trascendente es lo que pueda ocurrir en las grandes ciudades, con especial relevancia en la capital del Estado, donde hay pocas posibilidades de que la derecha recupere la alcaldía de Manuela Carmena, y en la de Barcelona, donde la pugna entre los independentistas de ERC, con Ernest Maragall, y los comunes de la alcaldesa Ada Colau se sitúa en un empate técnico. Ni que decir tiene la trascendencia política de lo que ocurra en las dos capitales.