Carapaz revoluciona el Giro
Espectacular victoria y maglia rosa para el ciclista ecuatoriano del Movistar
El ecuatoriano Richard Carapaz, la locomotora de Carchi, protagonizó una sensacional etapa de montaña en el Giro de Italia, se impuso con casi dos minutos de renta en Courmayeur y se apoderó de la maglia rosa, mientras Primoz Roglic y Vincenzo Nibali mantenían su marcaje férreo sin que nadie ceda lo más mínimo. Pero entre las bambalinas de esta batalla, el Movistar volvió a mover sus piezas con precisión suiza para mantener a Mikel Landa siempre en el grupo de élite (ya es quinto de la general) y lanzar a Richard Carapaz en solitario hacia un éxito espléndido. Carapaz se plantó en la meta con 1m32s sobre Simon Yates –que volvió a sufrir y se recuperó al
‘LA LOCOMOTORA DE CARCHI’ “Ahora mismo ni yo me lo puedo creer, esto es un sueño por el que he trabajado muchísimo”
final– y 1m54s sobre el dúo de líderes. Con la renta obtenida más los 10 segundos de bonificación, Carapaz es el nuevo líder del Giro 2019, el primero para el Movistar desde Nairo Quintana en el 2017.
Con la victoria de Carapaz, que cumple 26 años el miércoles, el Movistar vuelve a ser elemento clave de las estrategias del Giro en este fin de semana de alta montaña. Para el ecuatoriano, que procede de Carchi, zona fronteriza con Colombia, es su tercera victoria en el Giro (ganó una etapa el año pasado y ya son dos en este). Y para los aspirantes al podio final es un rival poco recomendable. Carapaz es un excelente escalador que ya en el 2018 acabó cuarto del Giro, por detrás de Froome, Dumoulin y Supermán López.
La decimocuarta etapa de este Giro, con final al pie del Mont Blanc, evidenció quiénes son los corredores en mejor forma. En cuanto se produjo un ataque duro de alguno de los favoritos, en la ascensión al durísimo San Carlo especialmente, por delante sólo resistían cinco ciclistas: Roglic, Nibali, López y los dos líderes del Movistar, Landa y Carapaz.
Esta bicefalia era un tesoro que el Movistar supo utilizar con astucia. Y sus cuchillos azules se lanzaron al ataque de nuevo. Si el viernes lo hizo Landa desde lejos, ayer fue Carapaz y también jugándose el todo por el todo. Su cambio de ritmo en el San Carlo, a unos 28 km del final, fue un golpe duro, seco, sin mirar atrás, que hizo tambalear las estructuras del Giro 2019. Carapaz coronó con 32s de renta y en el descenso, donde Nibali ofreció una exhibición, su renta se redujo a casi la mitad. Pero camino de la meta de Courmayeur, el ecuatoriano volvió a ganar segundos, mientras por detrás se miraban paralizados sin acabar de decidir a quién correspondía lanzar la caza.
“La etapa era muy buena para mis condiciones”, explicó Carapaz, quien reconoció que “al final he visto que también estaba en juego la maglia rosa y lo he dado todo. Ese medio minuto [de San Carlo] ha sido la clave para luego aumentar la renta. Ahora mismo ni yo me lo puedo creer, esto es un sueño, por el que he trabajado muchísimo”. Carapaz explicó también que toda la estrategia del equipo había funcionado a la perfección. “Teníamos también a Landa, que está muy bien, y nos quedaba ese as en la manga que hemos sabido jugar”, declaró.