Toda Roda de Ter, de vacaciones en el mar
Toda la población de Roda de Ter (Barcelona) o toda la de Aznalcóllar (Sevilla) cabría en alguno de los cruceros más grandes del mundo. En algunos incluso, sobraría espacio, para medio millar más de pasajeros. Naves como el Symphony of the Seas, la mayor de la flota actual, el Costa Smeralda ,la MSC Bellissima y la Norwegian Bliss completan el cuarteto de los megacruceros. Y en los próximos años hay previstas nuevas botaduras que como mínimo igualaran en capacidad y servicios de a bordo a estos cuatro. Según Ricard Santomà, esta lucha por ofrecer el barco más grande se “debe a la competencia enorme entre las compañías para captar al cliente con mejores servicios e instalaciones desde que, hace 30 años, los cruceros se empezaron democratizar y estuvieron al alcance de más gente”. Por otro lado, prosigue el decano de la facultad de Turismo y Dirección hotelera Sant Ignasi URL, “los cruceros tienen la competencia de los todo incluido”, lo que les empuja a hacer barcos cada vez más espectaculares. Pero todo producto turístico tiene su ciclo de vida, y Santomà cree que “los cruceros están llegando a su fase de madurez y que después vendrá el declive”, al que probablemente contribuyan, por un lado, cuestiones medioambientales “que en las nuevas generaciones de viajeros van a ser muy importantes”, y del otro que si los barcos son cada vez mayores, “van a tener más problemas para ser aceptados en algunas ciudades a causa de la masificación turística”, concluye Santomà.