Populares y socialistas presionan para conseguir la presidencia de la CE
car que las fuerzas populistas y de extrema derecha han conseguido imponerse en países tan importantes como Francia, Italia, Hungría y Polonia
Otro punto destacado es el fracaso de las fuerzas que gobiernan en los dos estados más importantes de la UE. En Alemania, la CDU ha sufrido un castigo significativo, pero peor aún los socialistas, que se han visto sobrepasados por los Verdes. Y en Francia, Macron habría perdido su duelo con la ultraderechista Marine Le Pen, un fracaso que resta fuerza a su proyecto europeo.
Por otro lado, cabe destacar la subida de la participación en estas elecciones, que se situaría en el 50,5%. Supone la participación más alta desde 1994, (56,7%), y además, y el dato es significativo, es la primera vez que se rompe la tendencia a la baja en el porcentaje de voto en las elecciones europeas. La primera vez que se eligió a los eurodiputados por sufragio universal fue en 1979, y participó un 61,8% del electorado. Desde entonces la participación se ha ido reduciendo sin prisas, pero sin pausa, hasta este repunte conseguido en las elecciones de ayer.
A partir de estos resultados se abre el baile para la renovación de los puestos de mayor responsabilidad de la Unión Europea, que incluyen a los presidentes del Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeo, además del Alto Representante para la Política Exterior y el gobernador del BCE. Unos cargos actualmente dominados de forma apabullante por los populares, que copan las tres presidencias y sólo han dejado a los socialistas la política exterior en manos de Federica Mogherini.
De entrada, el baile se abrirá con un duelo entre instituciones, entre el Parlamento Europeo, que quiere imponer a la figura de los Spitzenkandidaten, es decir, que el candidato más votado sea nombrado como nuevo presidente de la Comisión Europea, y los jefes de gobierno, que quieren mantener sus prerrogativas en este terreno.
Ayer, tanto el grupo popular como el socialista declararon que, a la vista de los resultados, van a dar apoyo a sus respectivos candidatos, Manfred Weber y Franz Timmermans. “El PPE vuelve a ser el partido más votado, ganando también a las fuerzas euroescépticas. Ha obtenido una clara victoria que le permitirá seguir siendo la fuerza más decisiva e influyente en Europa. Con este resultado, no queda ninguna duda que nuestro candidato Manfred Weber debe ser el próximo presidente de la Comisión Europea”, declaró el popular Esteban González Pons.
Lo tendrán que intentar consensuar en la Conferencia de Presidentes, donde se reúnen los presidentes de los grupos parlamentarios, mañana por la mañana. Es su ocasión, si consiguen pactar un nombre, de presionar a los jefes de gobierno que se reunirán el mismo día por la tarde.
Se trata de una cumbre extraordinaria de la Unión Europea dedicada exclusivamente a fijar los criterios para este reparto, y dar al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, unas pautas para que empiece a negociar estos nombramientos, e intentar cerrarlos ya en junio. Entre las incógnitas que despejar están las de ver si el presidente francés, Emmanuel Macron, mantiene su hasta ahora rotunda oposición al sistema de Spitzenkandidaten, y el grado de compromiso de la canciller Merkel con su candidato oficial, Manfred Weber.
EL DECLIVE DE LOS GRANDES Populares y socialistas necesitarán un tercer socio para sumar la mayoría
LOS GANADORES Liberales y Verdes son las fuerzas proeuropeas que más escaños aumentan