Arrolladora victoria del primer ministro Orbán
La victoria en las urnas europeas de Fidesz, el partido del ultranacionalista primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha sido arrolladora, como venían anticipando los sondeos. El Fidesz logró 13 escaños en juego en el Parlamento Europeo (en el hemiciclo saliente tenía 12 eurodiputados). A Hungría le corresponden 21 escaños, y en los comicios europeos del 2014 Fidesz obtuvo el 51,5% de votos. La campaña de Orbán ha insistido en su habitual discurso antiinmigración y en sus críticas a la Unión Europea (UE) y a sus instituciones. Según el primer ministro húngaro, estas elecciones ilustran la confrontación “entre las fuerzas pro inmigración y entre los que rechazan la inmigración”. La cuestión ahora es si Orbán mantendrá a sus eurodiputados dentro del Partido Popular Europeo (PPE), del que Fidesz fue suspendido temporalmente el pasado marzo debido precisamente a la deriva antieuropeísta del primer ministro magiar, o si optará por llevárselos al grupo parlamentario ultraderechista que está tejiendo el italiano Matteo Salvini, líder de la Liga. Hasta ahora Orbán ha amagado con lo uno y con lo otro, y ha reclamado a los conservadores europeos que pacten con la ultraderecha antes que con los socialistas. Pero dejar el PPE significaría también para Fidesz una pérdida de peso en Bruselas. El resto de partidos se repartieron los resultados así: el ultraderechista Jobbik logró un solo escaño, menos de lo esperado; los socialistas, dos escaños y la izquierdista Coalición Democrática, del ex primer ministro socialista Ferenc Gyurcsany, dos escaños.
En esta campaña, Orbán ha mantenido la retórica sobre la “invasión migratoria” y la sustitución de “la población cristiana” por musulmanes, que mantiene desde la llegada masiva de refugiados del 2015, una retórica que le permitió ser reelegido el año pasado para un tercer mandato consecutivo en el Gobierno.