Los socialistas se afianzan en Portugal a cuatro meses de las legislativas
El partido animalista logra un eurodiputado y el Bloque se impone a los comunistas
Hacía veinte años que la fuerza gobernante no se imponía en las europeas en Portugal, fruto de una combinación entre un cierto voto de protesta, con una muy baja participación, y de coincidencias con los ciclos políticos de un país que en estos dos decenios ha tenido seis primeros ministros. El actual, António Costa, se consolidó ayer con la clara victoria de su Partido Socialista (PS), mientras se constataba, a cuatro meses de las legislativas, que no existe una alternativa de la derecha a la actual mayoría de centroizquierda, en la que el Bloque de Izquierdas, aliado de Podemos, se reforzó frente a un Partido Comunista Portugués (PCP) en retroceso.
Con la novedad de que las dos fuerzas de la derecha se presentaron ayer por separado, tras concurrir juntas en el 2014, en las primeras posiciones no hubo grandes cambios, con el PS en cabeza, con un 33,8%, dos puntos más que hace cinco años. Y frente al 28,4% que habían obtenido unidos, el Partido Social Demócrata y el Centro Democrático (CDS) sumaron ayer un 28,7%, con el 22,7% del primero y el 6,1% del segundo. De esta manera la derecha confirma su debilidad frente a la izquierda, que con el 9,5% del Bloque y el 6,6% del PCP, acaricia el 50%. Además, el Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza se aproximó al 5%, suficiente en principio para entrar en la eurocámara. La abstención volvió a ser escandalosa, del 69%.
Fue el actual secretario general de la ONU, António Guterres, el que en el 1999 ganó por última vez las europeas desde la residencia del primer ministro de São Bento. En el 2004, con la derecha en el poder, el socialista Sócrates dio el primer campanazo de su posterior triunfo parlamentario del 2005. Su derrota europea del 2009 fue el preludio de la pérdida de su mayoría absoluta unos meses después. En el 2014, con el conservador Passos Coelho de primer ministro, la derrota en los comicios de la UE le señaló su salida del poder en el 2015. Así la capacidad predictiva de las europeas resulta relativa, pues no sirven para vaticinar un resultado concreto, pero sí las grandes tendencias.
Desde esta perspectiva ante las legislativas del 6 de octubre se vislumbra un escenario en el que el PS de Costa sería hoy el más votado, aunque la derecha vaya unida como en el 2015, y con más escaños, lo que le permitiría aplicar una geometría variable o depender tal vez sólo de uno de los partidos, Bloque y PCP, con los que mantiene un acuerdo parlamentario. En Portugal, además, se empieza a hablar de
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Los socialistas ponen fin a 20 años en los que las europeas las ganaba la oposición
un posible futuro de Costa en la cúpula de las instituciones europeas.
Sin embargo, incluso en un Portugal en el que no hay espacio para la ultraderecha, tras los fracasados intentos de ayer, sigue habiendo lugar para la incertidumbre, como lo prueban los malos momentos que pasó Costa este año por el escándalo que causó la elevada presencia en su gabinete de personas con lazos familiares entre sí. Y tiene por delante el reto del verano, tras los catastróficos incendios del 2017. Pero de las europeas sale aún más consolidado.