Primera derrota electoral de Syriza en Grecia desde el 2015
El resultado de las elecciones europeas ayer en Grecia puede significar el ocaso de Alexis Tsipras y de Syriza, la coalición de izquierdas que gobierna el país desde el 2015. Por primera vez desde ese año, la derecha de Nueva Democracia de Kyriakos Mitsotakis se ha impuesto al centroizquierda en unas elecciones, con un margen de distancia de nueve puntos. El resultado supone un revés para el proyecto político de Tsipras, que ha transitado desde el izquierdismo populista de los inicios hasta una socialdemocracia más convencional.
El mandato de Syriza finalizaba el próximo mes de octubre, pero Tsipras decidió ayer convocar elecciones anticipadas para el próximo mes de junio. Minutos antes, Kyriakos Mitsotakis, líder de Nueva Democracia, había pedido ya que diera el paso. Nueva Democracia propugna un programa de liberalización radical acompañado de una rebaja de impuestos.
Syriza defiende una suavización de las políticas de austeridad que soporta el país desde el 2015. El problema es que ha sido la misma coalición de izquierdas la que las ha aplicado desde que aceptara en su momento el tercer rescate de la Unión Europea. Pero el verdadero desgaste del dirigente de Syriza no viene tanto del lado económico –la coyuntura ha mejorado en los últimos meses– como del cultural. El reciente reconocimiento de la república de Macedonia del Norte ha desatado las iras nacionalistas contra Tsipras.
En Bulgaria, el partido del centroderecha en el Gobierno, el GERB de Boiko Borisov, obtuvo un 32,7% de los votos, según los primeros resultados. La victoria supone un respiro para un Borisov al que se acusa de haber adquirido inmuebles de lujo a precios manipulados.
Algo más repartido fue el resultado en Chipre, donde la conservadora Agrupación Democrática ganó con el 29% frente al 27% que obtuvo la oposición, representada por la formación comunista Akel.
Alexis Tsipras cede a la presión y convoca adelanto electoral ante el ascenso de Nueva Democracia