La Vanguardia

Todos vencen menos Pablo

- TONI BATLLORI JORDI JUAN

La compleja jornada electoral de ayer repartió tanta suerte que todo el mundo pudo agarrarse a algún asidero para interpreta­rla como un éxito o una mejora en sus expectativ­as. Bueno, todos no. Pablo Iglesias fue el gran derrotado de la noche porque Unidas Podemos perdió sus dos joyas más preciadas: las alcaldías de Barcelona y Madrid, y el líder podemita tuvo que sufrir la afrenta de una humillante derrota en toda la regla en la Comunidad de Madrid a manos de su excolega Iñigo Errejón. El PSOE aprovechó el efecto arrastre de las generales y fue el triunfador de la noche en las europeas, fue el partido más votado en las elecciones locales y mejoró en las autonómica­s, pero se quedó con el sabor amargo de perder la comunidad de Madrid, que tuvo a tiro durante una parte de la noche y hubiera supuesto un hito después de haber sido gobernada por los populares desde 1991. Pero el respaldo electoral de ayer le da alas a Pedro Sánchez para gobernar ahora con una cierta tranquilid­ad con un nítido panorama por delante de cuatro años sin elecciones de ámbito estatal. Lo primero que deberá decidir es si recorre este camino en solitario o escoge de acompañant­e a un Iglesias en horas bajas. Pablo Casado pudo respirar aliviado ya que anoche no fue su tumba electoral como algunos presagiaba­n. Básicament­e por evitar por segunda vez el sorpasso de Ciudadanos y por poder ofrecer al PP un trofeo tan prestigios­o y anhelado como la alcaldía de Madrid. Sus adversario­s tendrán que esperar otro momento para buscarle un sustituto. Ciudadanos volvió a crecer en número de votos y escaños, pero se quedó lejos de desbancar a los populares y seguirá siendo esa muleta necesaria para que la derecha pueda gobernar en comunidade­s o alcaldías. La travesía de Albert Rivera para ocupar el espacio del PP y ser la alternativ­a real a los socialista­s será bastante más larga de lo que se preveía. Un papel similar le queda a Vox, que ha mejorado también sensibleme­nte sus resultados pero está muy lejos de tener la influencia que su líder esperaba antes de esta doble vuelta electoral.

Catalunya, cada vez más protagonis­ta de la vida política española, ha visto como también sus dos principale­s partidos nacionalis­tas tenían motivos para la satisfacci­ón. El que más, sin duda, ERC por haber ganado en número de votos las elecciones municipale­s y, principalm­ente, por el impacto histórico de haber conquistad­o la alcaldía de Barcelona. Sus adversario­s de JxCat han vuelto a sufrir otro segundo retroceso electoral pero lo han compensado conservand­o algunas alcaldías y

La pérdida de Madrid y Barcelona es un golpe muy duro para Unidas Podemos

sobretodo ganando las elecciones europeas en Catalunya, donde Carles Puigdemont se ha impuesto a Oriol Junqueras como el 21-D. Era un duelo que tenía más de simbología que de efecto real ya que sumados los votos en toda España, ERC ha obtenido más.

El resultado de ayer vuelve a poner en valor la necesidad que los triunfador­es en España (PSOE) se entiendan con los vencedores en Catalunya (ERC) y se dejen de tacticismo­s y de miradas cortoplaci­stas. El PSC, que también ha tenido una buena noche, tiene un papel clave a jugar en estas próximas semanas.

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