El PP catalán se hunde y pierde más de la mitad de sus votos
La situación del PP catalán es dramática. Los resultados de ayer confirman el hundimiento de los populares en Catalunya, que se quedaron como la octava fuerza en las municipales, perdiendo más de 105.000 votos y 149 regidores. Las cosas no les fueron mejor en las europeas, donde obtuvieron casi 75.000 votos menos que en las elecciones del 2014. Unos resultados que relegan a los populares a la casi nula relevancia municipal y confirman su sangría en favor de Cs.
Tras la debacle sufrida en las pasadas elecciones generales, el partido que preside Alejandro Fernández centró sus esfuerzos en mantener su presencia en capitales como Barcelona, Tarragona y Lleida, recuperar las alcaldías de Badalona y Castelldefels –en las que volvió a ganar aunque no tiene asegurada la gobernabilidad, como ya ocurrió en el 2015–. Hoy por hoy, la única alcaldía segura del PP en territorio catalán es Pontons, en manos populares desde 1999. Lejos quedan los históricos resultados obtenidos en el 2011, cuando consiguieron 7 alcaldías y ser la tercera fuerza de los ayuntamientos en porcentaje de votos, solo por detrás de CiU y PSC.
El PPC obtuvo ayer en Catalunya 107.743 votos, un 3,2%, que suponen 67 regidores. Menos de la mitad de los obtenidos en el 2015, cuando obtuvo 213.474 votos, el 6,9%, y 216 concejales. Para entender la magnitud de la tragedia, baste señalar que Cs quedó dos puestos por delante con un porcentaje de voto del 5,2 y 235 representantes.
Desglosando los resultados por provincias, los populares quedaron como la séptima fuerza en Barcelona, retrocediendo un puesto en favor de Cs. Obtuvo sólo 94,000 votos (3,8%) y 38 concejales. Frente a los 191.721 votos (8,32%), y los 127 obtenidos hace cuatro años.
En Tarragona cosecharon 7.067 votos (1,97%) y 15 representantes, bajando hasta el sexto lugar, también en favor de los de Rivera. Una sangría si lo comparamos con los 22.525 votos (6,83%) y 48 concejales del 2015.
Lleida fue la única provincia en la que el PP consiguió quedar por delante de Cs, aunque cayeron hasta el noveno lugar con 4.195 votos (2,10%) y 10 representantes. En la anterior cita quedaron sextos con 9.181 votos, 4,91% y 22 regidores. Pero el descalabro más llamativo se produjo en la provincia de Girona, donde el PP quedó en vigésimo cuarto lugar, con tan solo 994 votos (0,30%). Quedó incluso por detrás de Vox en porcentaje de voto, aunque empató con la ultraderecha en número de representantes, 3.
Tampoco el detalle de poner a una catalana como cabeza de lista para las elecciones europeas –de circunscripción única– tuvo una repercusión positiva. La exministra Dolors Montserrat hizo realidad aquello de que “nadie es profeta en su tierra” y tan solo consiguió 171.842 votos (5,2% ). Más de cuatro puntos por debajo de los obtenidos en el 2014, que se traducen en la pérdida de 74.408 votos. También retrocede un puesto con respecto a la anterior cita, cayendo hasta la sexta posición y quedando por detrás de Cs, que ascendió al cuarto lugar. Su único consuelo es haber quedado por delante de Vox.