El PP salva los muebles y logra dos concejales que evitan su desaparición
El edificio estaba en llamas, pero en el último suspiro Josep Bou se subió a un andamio, accionó un extintor, apagó el incendio y salvó lo que quedaba. Esto fue lo que hizo el candidato popular al principio de la campaña cuando tuvo que intervenir para sofocar las llamas que se produjeron en un bloque que colinda con la sede del PP, y volvió a repetirlo ayer cuando salvó al partido del derrumbe.
El candidato del Partido Popular a la alcaldía de Barcelona salvó al partido de la extinción en el último aliento y logró conservar dos concejales en el Consistorio barcelonés. Apenas superó el umbral del 5%, logró el 5,01% de los votos y quedó peligrosamente al borde del abismo. “El PP tiene que estar satisfecho porque estamos dentro”, señaló Bou al fin de la jornada electoral. Aun así, el candidato no dio por hecha su entrada en el consistorio advirtiendo la posibilidad de que el voto por correo pueda dejarle fuera. La representación del PP no estuvo asegurada en ningún momento de la noche. El resultado fue raspado. Pero aun así, Bou logró salvar la cara de un partido que nunca había desaparecido del Ayuntamiento. Sin embargo, lo que queda es una formación cuya estructura queda muy maltrecha y que, según Bou, debe aspirar a recomponerse. “Con esta representación se ponen las bases de la reconstrucción del proyecto de centro derecha en Catalunya.”
Los populares han perdido en Barcelona 23.543 votos respecto al 2015. La tendencia, sin embargo, ha sido generalizada en toda Catalunya donde se han evaporado 149 concejales: han pasado de tener 216 asientos a sólo 67. Los malos resultados se suman a los obtenidos el 28-A por Cayetana Álvarez de Toledo, que al igual que Bou fue una apuesta personal de Pablo Casado. El alcaldable popular se felicitó porque “hoy Barcelona es menos independentista” y se comprometió a seguir trabajando para que el constitucionalismo siga creciendo.