Washington da un aviso con la multa a Facebook
El júbilo de Wall Street reafirma a los demócratas en que el castigo debe ser mayor
La sanción de 5.000 millones de dólares impuesta a Facebook por violación de la privacidad es una primera advertencia a las tecnológicas por parte de la Administración norteamericana.
Washington se ha convertido en un lugar hostil para las grandes compañías tecnológicas, aunque no tanto como algunos desearían. Los republicanos, con el presidente Donald Trump a la cabeza, las acusan de censurar sus opiniones. Los demócratas debaten trocearlas. Están de acuerdo en pocas cosas pero los dos reprochan a Sillicon Valley haber contribuido a un declive de la calidad de la democracia estadounidense por los nefastos efectos que su negocio publicitario ha tenido para el periodismo, en especial el de ámbito local y estatal, un asunto que actualmente investiga el Congreso.
La decisión de la Comisión Federal de Comercio (la FTC, por sus siglas en inglés) de imponer una multa de unos 5.000 millones de dólares a Facebook por la filtración de los datos personales de unos 87 millones de usuarios sin su permiso a la consultora Cambridge Analytica, pendiente de confirmación por el Departamento de Justicia, marca el principio de una nueva era en EE.UU. hacia las tecnológicas, a las que hasta que estalló este y otros escándalos se había tratado con guante de seda, pasando por alto prácticas que en Europa les han costado miles de millones en multas.
La sanción es la más alta jamás impuesta por la FTC a una empresa tecnológica, la mayor por una violación de las leyes de protección de datos. Pero con Facebook todo es relativo. La multa es lo que ingresa en un mes, de acuerdo con los datos del primer trimestre de este año. Aunque no se conocen todos los detalles del acuerdo negociado con la empresa, reincidente, “no hay razones para ser optimista ni tener confianza en que las reformas serán lo suficientemente fuertes como para cambiar las prácticas de Facebook”, afirma el senador demócrata Richard Blumenthal.
El júbilo con el que Wall Street reaccionó a la filtración –el viernes por la tarde, poco antes del cierre de los mercados– ha reafirmado a los demócratas en que el castigo a la red social debería ser mucho mayor. “Seamos honestos: el acuerdo es una victoria para Facebook. Sólo hay que mirar a los mercados, en los primeros 15 minutos el valor de la compañía aumentó en 5.000 millones”, afirma la senadora y candidata presidencial Elisabeth Warren, cuya propuesta de dividir por ley a las grandes tecnológicas ha llevado a un serio debate nacional sobre el tema. “Facebook es demasiado grande para ser vigilada bien, esta multa ínfima lo confirma. La FTC debería trocear Facebook, y punto”.
Para Wall Street, escribe Peter
“Facebook es demasiado grande para ser vigilada; hay que trocearla”, insiste la senadora Warren
Kafka en el portal especializado Recode/Vox, “el mayor motivo para el optimismo es que el Gobierno federal no parece estar moviéndose hacia ningún tipo de regulación que cambie seriamente la forma en que la compañía hace negocios”. La Casa Blanca ha empezado a usarlo como amenaza con Facebook, Twitter y Google, entre otras empresas a las que acusa de censura. “Vamos a explorar todas las opciones legislativas y regulatorias para proteger la libertad de expresión de todos los americanos”, advirtió Trump el jueves en una “cumbre de redes sociales” a la que invitó a numerosos comentaristas adictos a las teorías conspirativas de la ultraderecha.