Medalla de plata para Ona Carbonell
Ona, segunda en solo técnico, supera las 20 medallas mundialistas de Mengual
Gwangju, ciudad surcoreana que acoge la 18.ª edición de los Mundiales de natación, asistió ayer al relevo en la corona de la natación artística española: Ona Carbonell (29) ya es la reina absoluta. Sucedió a Gemma Mengual (42) como la nadadora artística –atrás quedó lo de sincronizada– con más medallas mundialistas al colgarse la plata en la final del ejercicio de solo técnico. Es su 21.º metal en su séptimo campeonato del mundo, con el que supera los 20 que logró Mengual.
Una plata que no por previsible –ya fue segunda en la ronda preliminar el viernes– deja de tener su mérito, ya que Ona Carbonell regresaba a la alta competición después de un año sabático, en el que tuvo tiempo de desconectar de la natación artística y sumergirse en aguas más ociosas como la cocina mediática, y en otras culturales, lanzando una colección de cuentos infantiles, entre otras ocupaciones.
De vuelta a la piscina, Carbonell se tiró al agua envuelta en un halo histórico-político que tocó la fibra de los jueces. La barcelonesa se ganó la plata con una coreografía arriesgada, Mandela, basada en un discurso del líder sudafricano antiapartheid sobre los valores del deporte que Madiba realizó en unos premios Laureus. Con una ejecución espectacular, Ona demostró innovación y una precisión milimétrica, con una puesta en escena sorprendente, complicada, ya que se trataba de realizar giros y ejercicios sobre una base musical sutil, con predominio del discurso de Mandela.
“No era fácil. Ha sido un solo muy arriesgado, muy innovador, muy diferente, y habiendo podido entrenar muy poco este año los solos porque hemos centrado los objetivos en los dúos y el equipo, que son las rutinas olímpicas”, comentaba Carbonell, que además tenía la presión de nadar después de la japonesa Yukiko Inui, que le dejó el listón muy alto con sus 92,3084 puntos (en la preliminar, 91,7284). Ona recibió 92,5002; una puntuación que mejoraba notablemente los 91,8259 de la ronda preliminar del viernes, y que le valía la plata. Su 10.ª plata mundial y 21.ª medalla en siete campeonatos del mundo consecutivos (desde el de Melbourne 2007).
“Es mi séptimo mundial consecutivo, y en todos ganando medallas. Son 21 medallas mundiales, no me lo puedo creer...”, comentaba feliz la nadadora catalana, que lleva coleccionados en 12 años un oro, 10 platas y 10 bronces, y supera por una presea a su excompañero Gemma Mengual –logró las 20 (un oro, 12 platas y 7 bronces) en ocho años–.
Su asignatura pendiente sigue siendo el oro (el único que tiene lo logró por equipos en Roma 2009). Una meta, por ahora, inalcanzable. Un coto privado de las rusas. Como hace dos años en Budapest, Ona volvió a tropezarse con Svetlana Kolesnichenko, de 25 años, que ejecutó a la perfección la coreografía Zwei Survivor de Lara Croft, con la que superó los 95 puntos (95,0023).
La hemeroteca permite rescatar un deseo de Carbonell: “¿Por qué no puedo lograr el oro en el próximo Mundial?”, se preguntaba en Budapest 2017. Dos años después, la autoridad de las solistas rusas sigue siendo incontestable: desde el 2009 ganan todas las rutinas individuales en los Mundiales.
El próximo reto de Carbonell es igualar y desbancar a Andrea Fuentes como emperatriz absoluta de la natación artística española: la tarraconense (36) se colgó 36 medallas (16 mundiales, 4 olímpicas y 16 europeas) y Ona lleva 35 (21 mundiales, 2 olímpicas y 12 europeas). Lo tiene a su alcance.
EL MÉRITO DE ONA “No me lo puedo creer...; es mi séptimo mundial consecutivo y en todos ganando medallas, 21 ya”
EJERCICIO ARRIESGADO La barcelonesa cautivó al jurado con la coreografía ‘Mandela’, basada en un discurso de Madiba
PRÓXIMO RETO Carbonell tiene a su alcance superar las 36 medallas absolutas que se colgó Andrea Fuentes