El hallazgo de dos osarios recrudece el misterio de la desaparición de Orlandi
Han pasado más de 35 años, pero la desaparición en 1983 de Emanuela Orlandi, hija de un funcionario vaticano, sigue teniendo en vilo a los italianos. El misterio del paradero de la adolescente de 15 años se recrudeció ayer tras saberse que el Vaticano ha encontrado dos osarios en el cementerio alemán dentro de las murallas de los Estados Pontificios.
En una operación sin precedentes, el jueves un grupo de peritos, abogados, personal de la Fábrica de San Pedro y familiares de Orlandi abrieron dos tumbas de este cementerio, situado en el mismo lugar donde una vez estuvo el llamado Circo de Nerón, un lugar de martirio para los primeros cristianos. Seguían una pista anónima que había recibido la familia el pasado verano en forma de carta, con una foto de una tumba en el camposanto y la frase “busque donde indica el ángel”. El equipo de la Santa Sede inspeccionó el supuesto lugar de sepultura de dos princesas alemanas: Sofía von Hohenlohe, fallecida en el 1836, y Carlota Federica de Mecklemburgo. La llamada tumba del Ángel era donde tenía que estar enterrada la primera, pero habían decidido abrir ambas para que no quedasen dudas. No pudieron ni siquiera realizar los exámenes de ADN previstos porque estaban vacías. En ninguna de las tumbas había restos humanos, y no sólo eso, sino que la inspección de la tumba de Von Hohenlohe trajo a la luz un gran compartimento subterráneo completamente vacío.
Después de este revés en la investigación, que se abrió formalmente en abril tras una fuerte presión de la familia, ayer la Santa Sede informó de que se han encontrado dos osarios en el interior del cementerio donde se cree que pudieron ser trasladados los restos de las tumbas. Tras la apertura comenzaron una serie de investigaciones, también documentales, que han mostrado, según los registros del Colegio Pontificio Teutónico, que se realizaron una obras de ampliación que implicaron el cementerio en los años sesenta y setenta del siglo pasado. Por lo tanto, creen que es posible que los restos de las princesas se trasladasen a otro lugar. Han podido encontrar dos osarios ubicados debajo del suelo de un área dentro del Pontificio Colegio Teutónico, adyacente al cementerio, y que están cerrados por una trampilla. Estos restos serán analizados el 20 de julio.
La infinita búsqueda de Orlandi abre ahora su enésimo capítulo. En Italia, un país devoto de los grandes misterios sin resolver, genera una gran fascinación. Era hija de un empleado del Vaticano que trabajaba directamente con el Papa, y se pensaba que la podían haber secuestrado para presionar a la Santa Sede. La adolescente ha sido relacionada con la CIA, el KGB, la mafia siciliana, los agentes búlgaros e incluso con el intento de asesinato del papa Juan Pablo II en 1981.