“Es peor un atropello”, sostienen los invidentes
El colectivo de las personas con discapacidad visual sostiene que la nueva normativa “es muy importante” porque los coches con motor eléctrico no producen ningún ruido, o es inapreciable. “En un entorno urbano de bullicio, un coche eléctrico no se percibe; y esto es un riesgo para la seguridad”, dice Luis Palomares, jefe de la unidad de información y accesibilidad de la ONCE. El riesgo radica, por ejemplo, en que en el momento en que una persona inicia el cruce de una calle en un paso cebra lo haga sin ser consciente de que pasa un vehículo perpendicularmente a su marcha. En cambio, el ruido le permite ser consciente de ello.
Palomares sostiene que la medida beneficiará también a personas con una visión leve y a ciclistas, patinadores, mayores y niños; y ayudará, además, a que “la gente sin problemas visuales sea más consciente del riesgo viario”. “Por instinto, el ser humano asocia el ruido a un peligro; el ruido del motor actúa de alerta”, recalca para justificar que el ruido alternativo deba ser similar al del motor convencional. El directivo de la ONCE rechaza que el coche eléctrico produzca menos ruido que el convencional porque pasaría inadvertido. “Para la salud humana es peor un atropello que la contaminación acústica”, sostiene, antes de admitir que en el futuro “los decibelios admisibles en la norma deberán ir disminuyendo”. Los vehículos deberán ir provistos de altavoces para reproducir los sonidos artificiales del motor. “El silencio está afectando negativamente a la seguridad, y con esta medida se puede evitar que se produzcan accidentes. Podemos hacer que la vida sea totalmente silenciosa, pero se ha comprobado que el silencio produce riesgo”, dice Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados.