Queen de Barcelona
A 24-Decade History of Popular Music (Abridged)
Concepto, intérprete: Taylor Mac Lugar y fecha: Teatre Lliure, Grec’19 (10/VII/2019)
Sale Taylor Mac y el escenario de la Fabià Puigserver se transforma. Para Peter Brook una obviedad: la metamorfosis del espacio escénico cuando es ocupado por el intérprete forma parte de la naturaleza misma del teatro. Pero con Taylor Mac el efecto es radical y deslumbrante. La austeridad de un combo vestido de negro y bañado de luz azul aniquilada por la aparición de una criatura centelleante. Un fenómeno visual elevado 15 cm. de tacón por encima del resto de la humanidad. Ahora una estrella del glam en un ataque de euforia de lycra, brillos y colores irisados. Luego la nostalgia camp de Lindsay Kemp soñando ser una glamurosa chica Ziegfeld. Gentileza estética de la diseñadora Machine Dazzle.
Hábitos perfectos para una celebración colectiva y catártica. El ritual festivo de sacrificar el patriarcado entre canciones empoderadas, comentarios ideológicamente mordaces casi incorrectos y anécdotas trash. La comunión-revolución queer oficiada por uno de sus más celebrados ministros. El mismo que toca ahora la gloria de los premios prestigiados y la invitación de los festivales europeos después de curtirse durante años en los clubs gay de Nueva York. El viaje al estrellato mainstream de una dragqueen con una radical consciencia de artista-activista. La misma que dibuja una sonrisa irónica cuando dice que Meryl Streep es lo máximo que su país digiere como discurso de progresista. En el otro extremo de las tragaderas: Donald Trump.
En el Grec ha presentado una versión muy abreviada (dos horas estrictas) de un espectáculo de 24 horas. La otra historia oficial de los EE.UU. a través de su catálogo de música popular. En Barcelona se concentró en los temas que hablan de resistencia. Una vez concelebrada la liturgia parece más bien que se cantó por el empoderamiento. La fuerza que nace de robarle al contrario la violencia de sus palabras. Apropiarse de una canción del cantante conservador Ted Nugent para convertir el Lliure en un baile de graduación con infinitas parejas del mismo sexo –de conocidos o desconocidos– bailando un agarrado.
Todos y todas estaban invitadas, incluida la cantaora Mariola Membrives. A esas alturas de la fiesta ya podía pedir lo que quisiera al público. Absolutamente entregado al hedonismo crítico que practica Taylor Mac. Un gospel queer contagioso de energía positiva que hizo recordar a muchos que la alegría puede ser un arma poderosa. Levantar los brazos con Gloria y levantarlos aún más con People have the Power mientras los Trempats de la UPF levantan un pilar de cuatro.